viernes, 31 de diciembre de 2010

Epecuén (parte III)

La primera vez que lo vio sintió pena, pena y envidia, venía rengueando. Pena por su andar, envidia por no tener que preocuparse nunca por trabajar. Se saludaron y charlaron, a Martín le gustaba andar en patineta y eso haría y se reirían por lo bajo de él y sentirían pena y envidia. Pena por su andar, envidia por la calidad de su tabla y las marcas de sus ropas.

El clima, agradable, fresco pero soleado, fue tema de conversación y también las bandas que Martín escuchaba, mientras él miraba de reojo su alrededor y hacía de cuenta que lo escuchaba y Martín seguía mencionando esas bandas estadounidenses de nombres difíciles, al pedo. Leandro intentaba preguntar cualquier cosa cuando Martín se agotaba de hablar de un tema, para así dispararle otro monologo y entretenerlo consigo mismo, haciendo que le cuente cosas que no importaban, para evitar los silencios incómodos.

-Me gustan las bandas en inglés porque el castellano me parece un idioma horrible para cantar- comentó Martín.
-Pero ¿Entendés las letras?
-No, pero las leo de Internet.
-¿Crimson escuchaste?
-No.
-Eso es rock, la última gran banda de rock.
-Si…A mi me gusta Korn, esas cosas, más modernas.

Leandro no supo que responder pero por suerte dobló a la izquierda y estacionó. No hubo necesidad de pensar la siguiente pregunta para evitar silencios incómodos. Martín le dio la mano y bajó del auto con lentitud y tosquedad. Leandro se apuró en dar la vuelta al coche, abrir la puerta y bajarle la patineta a Martín antes de que él lo hiciera, para evitarle movimientos bruscos, para cumplir bien con su trabajo, para que Martín hablase bien de él a sus padres, para recibir dentro de no mucho un aumento y tener la confianza de los padres de Martín.

Leandro lo esperó en un bar, tomando un café que pagarían los padres de Martín mientras él intentaba andar en patineta y el resto de los chicos reían por lo bajo y sentían pena, y envidia.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Epecuén (Parte II)

Las dos ventanillas de adelante estaban bajas en su totalidad, las de atrás, levemente, más por considerar torpe al nene que por cuidadosos. El sonido hidráulico de los frenos de los colectivos y el chirrido de las improvisadas ruedas de los carros de los cartoneros no dejaban que se entendieran las pelotudeces que decía el conductor del programa de radio.

Martín miraba y saludaba con una mano, la otra la tenía en su boca. Apretaba sus dientes, que apenas se asomaban, hacia adentro como si así evitara crecer y tener que operarse y dejar de ser él y convertirse en “una persona normal” o en un cuerpo empotrado en una silla en caso de que la cosa no saliese como debería.

Apagó el aparato y chistó, prendió un cigarrillo y al sacar el brazo por la ventana para compartir su ceniza con el mundo, un colectivo casi se lo desmiembra. El susto hizo que perdiera el control del auto por un momento.
-Tené cuidado ¿Querés?- Alertó ella.
-No me rompas las pelotas.- y dio una calada al cigarrillo, en vano porque se había apagado

El viaje siguió en silencio, sin radio, sin dialogo, con ruido externo que no podían controlar. Martín seguía saludando con el mismo entusiasmo que tenía al subirse al auto. Algunos le respondían con una sonrisa o con espásticos movimientos de muñeca, algunos no.

No podían atravesar la Nueve de julio por una marcha que ignoraban quien la encabezaba pero que seguramente no tendrían razón de ser, llevada a cabo por “zurdos”, vagos que no quieren laburar pero sí vivir del Estado.

Volvete al once, volvete al ghetto judío de mierda- se escuchó que alguien gritó a un judío desde lejos. Él asentía y ella negaba, con la cabeza. Pero no dijeron una palabra, siguieron en silencio.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Epecuén (Parte I)

Polio. Por su andar torcido, en ese, como de un borracho. Sospechó que la enfermedad había sido primero un secreto, una ventaja para agilizar la burocracia, un problema que sacarse de encima. Un muerto cantado que debía morir en otro lugar, tornarse responsabilidad de otro.

El sueño de ambos, sepultado, había sido eyectado de nuevo hacia la superficie de sus vidas muchos años después, cuando sus cuerpos ya estaban flácidos, agarrotados, inservibles para engendrar y ahora se veía nuevamente trunco.

El cojeo se debía a una mayor longitud de su fémur izquierdo, torcido hacia adentro, convexo, dándole a su andar cierta cadencia, un ritmo torpe.

Problema de nacimiento- dijo el doctor mientras lo auscultaba. El aire acondicionado estaba demasiado fuerte para tratarse de un consultorio médico-pensó ella, pero el hospital era público.

El cojeo se debe a una mayor longitud de su fémur izquierdo.- agregó el doctor y tuvo que repetir la frase porque el motor de un Mercedes Benz descapotable, que en otra época había sido un auto moderno pero que en ese entonces era sólo un auto que insistía en pretender ser lo que había sido, se metía por la ventana, abierta para dejar pasar el aire caliente a la fría habitación.

-¿Hay forma de corregirlo?- preguntó el hombre con la preocupación de un padre y se acomodó los anteojos en un gesto de nerviosismo.

-Pero no ahora- respondió el doctor y se aclaró la garganta- Ahora es peligroso, en unos años, cuando su cuerpo se haya desarrollado. Dependerá de la curvatura de la pierna.

Por el momento sólo puede usar un andador o un sistema de contención externo que se calza como su fuese una bota ortopédica.

Lo visualizó desplazándose como un viejo y le resultó una imagen contradictoria, antinatural, abyecta. Cuando estaba quieto le resultaba tierno. Como cualquier nene de esa edad pero al caminar intentaba no mirarlo, corría la vista. Al pasear con él en las plazas miraba hacia adelante y sentía sus deditos fibrosos, apretados y transpirados contra su mano. Él en cambio, lo miraba todo.

martes, 30 de noviembre de 2010

EL JUEVES LEO GRATIS

Grati$ para vos
desde las 23.00 hs. PEDIR DIRE POR MAIL A arielpukacz@gmail.com

Lleguen tempranito! que tipo 1 arranca la poesía de la mano de


Ariel Pukacz
http://www.cuentosverdes.blogspot.com/

Chanelle Noirhttp://diariodeunap.com.ar/

Enzo Plaga
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João Moojen /from brazzzil/

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y quien se cope, hay microfono abierto!



Tocan en vivo

Marselo
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Fotos!

Austria y Soler
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Vomitito
♥ Oveja Psicodélica
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Klaus
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Suicidio en masa de cualidades superyóicas contraproducentes / ortivez general/ delirios/se regala antídoto para el exceso de inflamación de tumor no tan beningo en el sector del chakra E.G.O
= ♥Amor♥
(del posta)

lunes, 15 de noviembre de 2010

EL MIERCOLES LEO




PAPELES BLANCOS-CICLO DE POESÍA
MIERCOLES 17 DE NOVIEMBRE EN LA RATONERA CULTURAL (Av. CORRIENTES 5552) DESDE LAS 21.30.

LEEN:
ARIEL PUKACZ
MARTÍN SANCHEZ
DANIEL OBLITAS
PIPO LERNOUD

Música:
LA TIROLESA

VALOR DE LA ENTRADA: 10$

jueves, 4 de noviembre de 2010

Página 6 a 8

Despertó temprano en la mañana, serían las ocho, miró la habitación y era más horrible de lo que la podría haber imaginado, pero el sol profundo la iluminaba y encantaba un poco.

Todas las camas estaban vacías, abandonadas y sin hacer. Se asomó al pasillo y Aga no estaba y nadie había en su lugar. Sacó de su mochila su cepillo de dientes y los lavó en el baño que hasta ese entonces no conocía. Los azulejos eran azul oscuro y pendía de un desprolijo cable, una bombilla en el techo. La frescura en su boca hizo que se despertara un poco más y abandone ese horrible lugar.

La calle estaba húmeda y él se encontraba lejos de todo o aunque sea así lo sentía porque no conocía el nombre de ninguna calle de ningún rincón, de nada en esa ciudad nueva. Le atemorizaba, no porque fuera en verdad siniestra sino porque era nueva, nueva para él y no sabía que esperar de un lugar desconocido. Era tan remota como el África o Marte.

Era domingo y estaba nublado, una neblina acariciaba el suelo como rezago de una profunda lluvia en la que no se había visto involucrado.
Marín escaló las pesadas calles de adoquines, los autos no pasaban y el único ruido que escuchaba a lo largo de la primera cuadra fue el de un cartel oxidado que colgaba de un local y se movía lentamente como el péndulo de un hipnotizador. Caminó el barrio, perdiéndose por todos lados hasta llegar a un extraño pasaje en el que se sumergió sin pensarlo, sin saber cuan peligrosa o arriesgada era su decisión.

Las paredes terminaban en un frondoso alambre de púas que lo hizo sentir en un campo de concentración. Los ladrillos a la vista parecían venirse encima de él y los graffitis que contaminaban las paredes maltrechas no decían nada interesante, frases a favor de la marihuana y un buen dibujo de Van Gogh fumando.

El ruido de los colectivos, cientos de colectivos tirando un humo negro que tardaba varios segundos en desaparecer mientras el percutido sonido de los miles de zapatos y de miles de charlas por celular y de miles de accidentes y de ambulancias lo inquietaban y confundían. Un desorden abyecto al que no estaba acostumbrado lo abrazó y tironeó de él, sintió que me desmembraría o que le explotaría la cabeza si no avanzaba y dejaba o intentaba dejar, el ruido y movimiento atrás.

Caminó hasta llegar a San Martín y avanzó derecho hasta toparse con otro pasaje donde dos viejas prostitutas esperaban sin ningún tipo de ansiedad, clientes. Charlaban entre ellas y no llegaban a llamar la atención. Estaban vestidas de civil pero sus operados pechos y cirugías en sus caras mutiladas las delataban como viejas conocedoras del oficio más viejo del mundo.
Frente a ellas, cruzando la calle se encontraba un salón de toda una cuadra, el cartel de neón destruido decía Harrods. Marín cruzó y apoyó su mano sobre el sucio y opaco vidrio para ver hacia adentro. Un gastado suelo de madera e imponentes columnas era el único paisaje del lugar pelado y vacío. Siguió mi camino hasta toparse nuevamente a la Plaza San Martín. De nuevo en Avenida del Libertador, sintió que su circuito por Buenos Aires se reduciría a un perímetro de diez cuadras así que decidió ir más allá y atravesó la plaza y atrás quedaron sus vagabundos y granaderos que cuidaban la bandera a media asta en el monumento de los caídos de la guerra de Malvinas. También los empresarios y vendedores, motoqueros y taxistas quedaron atrás. Marín avanzó y cruzó con el semáforo en verde, esquivando autos. Subió de nuevo a Libertador y caminó derecho hasta la flor metálica.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

EL JUEVES LEO

Leo yo y otra gente, toca un gran grupo llamado Bosques o otros que nunca escuché.
Si quieren ir manden mail a: Arielpukacz@gmail.com

Beso
a.-

lunes, 1 de noviembre de 2010

Página 3 a 6

Subió la dura y empinada escalera arrastrando la valija por los peldaños, al subir corroboró que su equipaje estaba destruido. El lugar estaba en completa oscuridad, no sabía por donde comenzar a buscar el interruptor de la luz. Se chocó con lo que parecían ser bicicletas y luego con lo que sintió en sus rodillas como un taburete.
El ruido hizo que alguien se levantara y prendiera la luz.

Una chica morocha, bastante alta se apareció vestida con unos cortos shorts amarillos y una remera de manga larga negra gastada, llevaba una estampa tan lavada que apenas se entendía que era el rostro de un anciano.

Él no pudo comprender el color de sus ojos porque los tenía muy cerrados, como un topo. La luz se los estaba haciendo arder a ambos, de todos modos se quedaron un rato observándose en silencio. Podría haberla violado si hubiese querido, pero claramente él no era eso. Le resultó extraño que dejaran la puerta del hostel abierta, podía entrar cualquiera, como había hecho él. Pero él no era cualquiera, era un huésped, pero ella no sabía quien era, era un cualquiera todavía. Podría haber robado el hostel, abusado de ella y seguir siendo un cualquiera, pero prefirió ser él. Comenzar siendo él en Buenos Aires.

-¿Quién sos?- preguntó.
-Marin- respondió y dejó de ser un cualquiera.
-¿Quién?- volvió a preguntar y se acercó unos pocos pasos, como entrando en confianza.
-Marin, reservé una habitación acá, creo.
-Una cama, las habitaciones son compartidas. Según tu reserva pediste un lugar en una habitación de ocho personas.

Un lugar- pensó- estaba pagando por un lugar.
-El check in era hasta las nueve de la noche, son las doce pero no te voy a dejar en la calle.
-Gracias.- dijo Marín, mirándose los gastados borceguíes azules, prestados.- Marin- volvió a decir.
-Sí, sí escuché. Te tengo que cobrar un punitorio por llegar luego del check-in.
-Está bien- dije y sacó de su mochila el bolso con su documentación y dinero.
-Aga- dijo y sacó de debajo del mostrador una sábana y una frazada. No le cobró.
-¿Aga?
-Es mi nombre- respondió seca- podés dejar tus valijas acá para no despertar a los demás huéspedes. Tu habitación es la ocho.- Le dio la llave, que estaba atada a un piolín y a una chapita pintada de azul con esmalte sintético y un ocho pintado torpemente con corrector blanco.

-Gracias- dijo Marín desconcertado pero no escuchó porque ya había vuelto a su habitación, al fondo de un largo y oscuro pasillo. Regresó y apagó la luz.

Nuevamente abrazó la oscuridad e intentó sumergirse sin hacer ruido en la habitación llena de desconocidos, pero la suela mojada de sus borceguíes delataba su presencia.
Marín se dio cuenta de que Aga no le había indicado cual era su cama pero por fortuna la primera que pudo ver cuando la vista se le acostumbró a la oscuridad, estaba vacía.

Se tapó como pudo con la sábana y frazada e intentó dormir vestido. Una angustia comenzó a perforarlo desde adentro hacia fuera. Una especie de pánico. Una sensación de encierro y soledad. Asfixia y claustrofobia, de estar a oscuras, recostado en una cama de cualquier lugar de Buenos Aires, solo.

Marín se puso a pensar que nunca fue de tener muchos amigos. Podía pasarse días enteros sin hablar con nadie pero nunca se había sentido solo hasta ese momento, en que estaba lejos de todo y todo lo que lo rodeaba era ajeno y distante. Estaba lejos de todo lo que yo conocía y dominaba. Le emocionaba la idea de comenzar de nuevo en otro lugar pero a la vez empezar era enfrentarse a lo desconocido, sentirse desestabilizado y vulnerable ante cualquier situación.

Pudo visualizar a la luna, lejos, entrando por la ventana e iluminando miserablemente el ambiente que no comprendía.
Los ronquidos de sus nuevos compañeros de vida lo desconcentraban, el sonido de algún auto anónimo y los tacones lejanos de alguna mujer que apretaba el paso por miedo, eran la banda sonora de la noche.

Se masturbó sin hacer ruido para aflojarse y poder dormir.

miércoles, 27 de octubre de 2010

FELIZ CUMPLE A MI

Hoy es mi cumpleaños número 22. Me doy el lujo narcisista de recomendar los mejores títulos de los que leí hasta hoy durante todo este año. El orden es cronológico.

Un beso.
a.-

-Fantasmas- Paul Auster
-No es país para viejos- Cormac McCarthy
-Llamadas telefónicas- Roberto Bolaño
-Dublineses-James Joyce
-Invisible-Paul Auster
-Misery-Stephen King
-Prisión Perpetua- Rciardo Piglia
-Last Night on Earth- Charles Bukowski
-Cartero- Charles Bukowski
-Carrie- Stephen King
-Cosmética del enemigo- Amelie Nothomb
-Llamadas de Ámsterdam. Juan Villoro
-Los pichiciegos- Fogwill
-Era el cielo- Sergio Bizzio
-Leer y escribir- Ariel Bermani
-El amor es la más barata de las religiones- Ariel Bermani
-Literatura y otros cuentos- Martín Rejtman
-Ji-Do- Antología contemporánea coreana
-Rabia- Sergio Bizzio
-Yo Necesito amor (memorias)- Klaus Kinski
-Sputnik, mi amor- Haruki Murakami
-After Dark- Haruki Murakami
-La milla verde- Stephen king
-El otro de mi- Miguel Vitagliano
-Veneno- Ariel Bermani
-La piel fría- Albert Sanchez Piñol
-Desobediencia civil- Henry David Thoreau
-Derrumbe- Daniel Guebel
-Antichrista- Amelie Nothomb
-Todos los muertos tienen la misma piel- Boris Vian
-Ella- Daniel Guebel
-Chicos (sobre todo el cuento “Un amor para toda la vida”)- Sergio Bizzio
-Ser escritor- Abelardo Castillo
-Una novelita lumpen- Roberto Bolaño
-Anarquismo trashumante- Osvaldo Baigorria
-Muñecas- Ariel Magnus
-Damas chinas- Mario Bellatín
-Personas en loop- Diedrich Diederichsen
-Suites Imperiales (Sobre todo la última línea del libro: “Nunca me ha gustado nadie y le tengo miedo a la gente”)- Bret Easton Ellis
-Ciudad de cristal- Paul Auster
-Bajo este sol tremendo- Carlos Busqued
-El oficio de sobrevivir- Marcelo Damiani

viernes, 22 de octubre de 2010

Página II

Dejar atrás Santa Fe era un nuevo comienzo, podía ser quien quisiera ser. Podía incluso cambiar su nombre, inventarse una vida y nacer de nuevo. Nacer con veintitrés años de edad. Podría inventarse títulos, logros, novias, viajes. Ser alguien. La idea lo angustió un poco porque sería ficcionalizarse a sí mismo, dejar de ser él para ser quien quería ser. Le pareció más inteligente ir en búsqueda de todo lo que querría que su vida fuera, aunque tardara y doliera pero conservarse a si mismo como un original y no como una replica mal hecha de sí mismo. Ser él. Ser él sin nada e ir construyéndose a si mismo.

Por el momento, Buenos Aires no parecía como los catálogos de turismo la mostraban. Las calles que caminó eran sucias y oscuras, lúgubres y solitarias, apenas iluminadas. Parecía un lugar detenido en el tiempo, más aún que su pueblo natal.
Prostitutas se escondían en pasadizos y lograban lo que buscaban, pasar desapercibidas pero a la vez brillar y hacerse notar. Contrastaban a ellas los vagabundos durmiendo en los rincones mojados, refugiándose como podían de la humedad y del frío, sin lograrlo.

La plaza ya había quedado lejos y su torre con un reloj también, la travesía de cruzar la famosa Avenida del Libertador no lo había sorprendido. Su madre le repitió hasta el último momento antes de subirse al tren: tené cuidado al cruzar la 9 de Julio y Libertador.

Los chicos tiraban de sus carros y revolvían la basura como ratas y muchos otros jalaban pegamento de las magnas de sus buzos y fumaban paco, droga que nunca había visto ni olido y no sabía como lucía siquiera, pero sabía que la estaban consumiendo.
No le había resultado una agradable bienvenida la de Retiro y la de Buenos Aires, sólo le quedaba avanzar hasta encontrar el lugar donde dormiría.

Después de caminar por las laberínticas calles de una ciudad nueva y desconocida, llegó.
Era una puerta roja tan pequeña y escondida que pasaba desapercibida junto al resto de la cuadra. Estaba abierta. Entró.
Una envolvente oscuridad hizo que cayera al piso, una escalera ascendía y el primer escalón hizo que su cabeza se golpeara contra el sexto. Quedó mojado, los escalones estaban inundados, evitó la lluvia en vano.

martes, 19 de octubre de 2010

Primera página

…y se acomodó delante de él, empujando. No le dijo nada porque estaba embarazada, parecía que para ella era importante salir primera. El ambiente estaba enviciado por el olor humano, las puertas se abrieron haciendo un ruido silencioso, casi imperceptible y el frío era diferente, opaco. Bajó del tren antes de que el resto de los pasajeros lo llevara por delante y dejó atrás la mugre y hedor del incómodo vagón.

Un cartel gigante, sucio, olvidado, decía Retiro. Tardó en salir de la frondosa estación llena de oscuridad y palomas y personajes extraños para toparse con gitanas que pedían monedas, taxis que cruzaban en rojo sin mirar a los peatones, senegaleses que vendían joyas falsas, una hermosa plaza iluminada pero insegura y por encima de todo, la luna, con su cara de foca.

Caminó sin rumbo alguno, respirando otro aire, más oscuro y putrefacto que el de su pueblo.
Se perdió por las diagonales y dio vueltas hasta llegar más de una vez al punto de partida. Desesperado, transpirado y con la espalda rota por el bolso, siguió arrastrándose. Invisible ante los porteños, bien vestidos, perfumados, prolijos. Y él, sudado y agotado, perdido y desorientado, caminando solo en búsqueda de un lugar donde caer muerto.

Las palomas acompañaban su travesía pero siempre era una diferente la que se aparecía en el camino. Pensó en que cada vez que terminaba una relación con una chica, una paloma muerta se le aparecía en la calle al poco tiempo después. Recordó cuando su madre enfermó de cáncer hace unos años, el día que le iban a avisar si lo que tenía era un tumor benigno o maligno, fue a caminar a una plaza, una paloma muerta cayó sobre sus pies, el cáncer era nocivo y tuvo que tomar remedios oncológicos.

Lo positivo, pensó, era que esas palomas que lo acompañaban en su primera caminata por Buenos Aires, muertas no estaban. Sólo se aparecían a lo largo del camino, como las señales de transito en una ruta.
Las veredas resbalaban por la lluvia que ya había pasado y que él no había presenciado, pero sí sentía. El aire estaba ligero y sus pasos tenían que ser cuidadosos y densos para no caer y humillarse solito.

sábado, 16 de octubre de 2010

MAÑANA LEO



Manden mail para pedir la dirección a arielpukacz@gmail.com
Arte 2 de corazones los invita a...
::::EL ESPACIO::::

domingo
17.10.10
de 17 a 23hs

INVESTIGACIÓN SONORA:::SENSORIAL
18hs Poesía: Ariel Pukacz
19hs Teatro: IMPRO 2 CORAZONES
:::El juegete de tu jack, la sorpresa de tu Kinder:::
20hs Poesía: Mariano Massone
21hs Sensorial

MUESTRA INSTALATIVA
Intervenciones estelares de:
*Axel Caponi * Celeste Najt *
* Florencia Martinez * Hernán Difilippo*
* Laura Gorbatt * Nicolás Sobrero *
*Alexis Musgon * Andrés Rasdolsky *
* Ume Zeeb * Julián Moguillansky *
* Camila Navarrete * Federico Monlao *
* Sol Ganim * Grothesque *
* Ariel Loffi Gorostiaga * Mariana del Valle Zabala *
* Fabiana Dufour * Beforded *
* Luciano Vecchio* Nicolás Mealla *
* Pablo Linietsky * Francisco Beltramino *



entrada cuantoquieras de 17 a 20hs
después 10p

www.arte2decorazones.com.ar

viernes, 15 de octubre de 2010

Capitulo - - Parte II

Pero a veces la soledad se siente más que en otros momentos. Me pasa que cuando estoy rodeado de gente me siento solo pero a gusto. Suelo no hablar con nadie en las reuniones grupales. Pero cuando uno está solo con uno mismo tiene que aprender a soportarse que no es tarea sencilla.

Hay veces que pienso en gente, no en alguien en particular, en cualquier persona. Pienso en si ese ser abstracto, ficticio e irreal se soportará a si mismo. Me pregunto si habrá gente en el mundo que no se soporte a si mismo. Groucho Marx trataba este tema con humor “ Nunca entraría en un club que admitiera como socio a un tipo como yo” decía a modo de broma pero yo lo planteo en serio. Si habrá seres que no se caigan bien a si mismos, si existe esa alternativa. Creo que los suicidas entran en ese grupo de personas.

Me resulta difícil de comprender a los suicidas, sobre todo a los del tipo obsesivo. Como se llega al punto de abrazar la oscuridad de ese modo, de entregarse a la muerte con los brazos abiertos y dejarse caer de espalda, sabiendo que nada nos va a atajar excepto el vacío.

Me resulta más sencilla la tarea de vivir que de morir. La muerte auto afligida creo yo que es causada por inconformismo o peor aún por ansiedad. Por un deseo de morir, de que la vida se termine lo más pronto posible para que un dolor o carencia se se apacigüe. Pero me resulta extraño cuando de todos modos uno va a morir, es mejor atravesar el camino pinchudo hacia la parca sin pretensiones. Quizás en el transcurso uno se lleve más de una buena sorpresa que justifique la espera. Uno nace muerto, muere a cada segundo que pasa, no crece, muere. Pero no es algo que me preocupa, es algo que logré internalizar y asumir y que en cierto aspecto me alegra. Me alegra porque puedo vivir o mejor dicho morir con más tranquilidad y sin estar preocupado en si a lo largo de mi muerte cumpliré con los estúpidos objetivos que me propongo porque no me los propongo yo, me los imponen. Los animales no tienen presente ni pasado, viven (o mueren) y ya. Sólo el hombre es insaciable y necesita más y más. No yo, o sí pero si no consigo aquello que añoro no me frustro, lo tomo como un paso más hacia el primitivismo que paradójicamente añoro.

Creo que los suicidas no temen a la noche, no es la oscuridad lo que los agobia y lleva a tener pensamientos anti naturales, ideas obsesivas sobre ellos mismos sin vida, sobre su no existencia. Es la mañana la que los consume, los débiles alambres de luz de la primera hora. De aquel sol somnoliento que avanza y los tapa. Es la mañana que les hace preguntarse ¿Y ahora qué? Es el inicio del día el que los deja sin respuestas, con la defensa baja y sin saber que responderse. Es la angustia de no saber que hacer con ese puñado de horas que tienen hasta que el sol baje nuevamente y tengan tiempo de dormir y simular su muerte. Es el obsesivo pensamiento de que podrían estar (mejor) en cualquier otro lugar que no sea en el que están en ese momento. Saber las cosas que se están perdiendo y que nunca tendrán lo que los lleva a odiarse. Creo que un suicida no se odia a si mismo ni al mundo ni a la vida, odia a su entorno. Detesta aquello que los oprime y no deja ser felices. Odian el lugar que les tocó en el mundo y al sentirse limitados con ese espacio y no poder zafarse de él creen odiarse a si mismos.
Que extraño es estar vivo.

jueves, 14 de octubre de 2010

Capitulo - -

Parte de mi tercera novela todavía sin título.

Vi en Once el cartel de una chica en lencería y me pregunté como sería su nombre y el tono de su voz, donde viviría y si estudiaría algo. Me angustió pensar en que talvez nadie la quiera. Seguramente muchos la desean, cogen, chupan, pero no quieren. Sólo a su belleza.
Me di cuenta de que en algún punto la belleza es lo mismo que la fealdad, aísla del amor.

El amor es una mierda. Es eso que arruina la existencia e individualidad de los individuos.

Porque cuando uno ama, me refiero a cuando ama no a cuando quiere; cuando uno ama todo debe perder su sentido. Cuando uno ama, no cuando uno quiere, porque cuando uno se enamora deja de importar el trabajo y las guerras y la polución y las enfermedades. Uno sólo le teme a morir y a dejar de estar con esa persona. Uno desea ser inmortal para continuar eternamente abrazado. Cuando uno ama el mundo se reduce a uno mismo, ni siquiera, a la otra persona. La existencia de uno pasa a ser un vehículo para la felicidad del otro. Cuando uno ama el mundo se reduce, se sintetiza a lo verdaderamente importante, o banal, depende como se lo mire.

Al amar el mundo se reduce pero a la vez se amplía y nada parece imposible, ni estúpidos viajes ni ridículos proyectos. El mundo deja de ser mundo para tornarse una fantasía utópica en la que todo puede concretarse y aunque se falle, no importa, el otro está ahí para uno. O eso creemos o nos gusta creer. Hasta que esa persona despierta y abandona y uno obligadamente cae en la realidad. Uno cae en algo peor que el infierno, en el mundo y se da cuenta de la verdad: todos estamos solos. Completamente solos. Por más amigos, familiares y conocidos nos rodeen, todos nos encontramos solos ¿Cuándo un desconocido deja de serlo para tornarse un conocido, un amigo? ¿Los familiares sólo son conocidos o de confianza por qué los conocemos hace mucho? A mi papá no lo conocí nunca, es un desconocido, pero es mi papá. Existo gracias a él, por su culpa en verdad. Existo por una persona de la que no se nada, otro extraño más de los tantos que cruzo en la calle y de los que no se nada.

Todos estamos solos por más que intentemos sentirnos a gusto con otras personas. Ya sean nuestros padres, nuestros amigos más cercanos, uno pareja. Siempre estamos y estaremos solos. Los vínculos son una falsa necesidad, para llenar la carencia que nos genera el órgano que iría enchufado a nuestro apéndice.

Los vínculos son una falsa forma de llenar ese vacío que nos genera nuestra propia existencia, sentir que otra persona con las mismas carencias que nosotros nos puede llenar de algún modo extraño. Es como intentar llenar un hueco con otro hueco en lugar de con lo que falta.

martes, 12 de octubre de 2010

Varsovia

A veces me agarran ataques
Una extraña sensación de mareo y gritos internos
Casi como un absorbente ataque de pánico
Mi cuerpo grita
¡Varsovia! ¡Varsovia!
Y recuerdo aquella ciudad y mi mente se estruja
El puente hacia el distrito de Praga, con el agua congelada del Río Vistula
Que parte la ciudad en dos
Como los dos hemisferios de mi cerebro
Las frías, grises y abandonadas edificaciones soviéticas
tristes, listas para okupar
La estatua de la sirena
El fuerte
El edificio de Stalin
Mi cuerpo y mente gritan
¡Varsovia!
¡Warszawa!¡Warszawa!
El frío penetrante
Asesino
Que abrasa y duele como un alambre de púa
Me angustia cada segundo de vida que desperdicio
Sabiendo que podría estar
De nuevo allá
Llorando
Porqué lloré
Sufrí en Varsovia
Por no encontrar respuestas
Por caminarla solo
Y no poder compartir con alguien
En ese lugar del que me echaron
Sufrí en Warszawa
Pero me contentó
Saber que ese lugar de algún modo es también mío
Yo acá
Escribiendo
Y Varsovia tan lejos

martes, 5 de octubre de 2010

EL JUEVES LEO

Este jueves 7 de Octubre hay Ciclo Menstrual III
G r a t i s desde las 23
En casa hermosa de amigos, Palermo
Pedir dirección a a arielpukacz@gmail.com


Lecturas de:
Ariel Pukacz
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Chanelle Noir
http://diariodeunap.com/

Goyeneche
http://www.insignificadis.blogspot.com/

Kabán
http://wwwwhataloop.blogspot.com/

Juan Xiet


Malgosia Ludwig
http://www.comoescupitajosenlacara.blogspot.com/


M
http://www.nuncahableconbobdylan.blogspot.com/

Sofía Catástrofe
http://www.androgenorexia.blogspot.com/

Abdul
http://www.alpedopoesia.blogspot.com/

El Rey Larva
http://www.elreylarva.blogspot.com/

Micrófono Abierto

Performance de Germán Korn

Música en vivo
Dj Sebastian C-bass Dubwise


http://soundcloud.com/c-bassdubwise

Tocan

La ira del Manso
+
Bosques


Fotografía

Austria y Soler
http://www.austriaysoler.tumblr.com/

Klaus
http://www.flickr.com/pupilas-gustativas

martes, 28 de septiembre de 2010

Una historia Bukowskiana (o Bukowski nunca lo hizo)

La película se veía mal porque era una copia hecha a partir de una copia que era sólo para difusión en medios de comunicación. Tenía fallas en el color pero la vimos igual.

El Fernet estaba vencido pero no se notaba, yo prefería comer pochoclo que tomar eso pero no había. Mientras la historia de The Runaways avanzaba, la botella bajaba.
-No conozco este grupo pero las pendejas que actúan están buenas.-dijo mi primo.
-Tienen quince años- le respondí.
-Ya se, están buenísimas- aclaró y se rascó la cabeza como si tuviese sarna.
Ya habíamos perdido el hilo de la película y nos dedicábamos a mirar los jóvenes y virginales cuerpos de las actrices.

A eso de las diez y media de la noche, mi primo se fue y yo también. Dejamos a mi perro solo y cuando cerré la puerta recordé que no lo había sacado a pasear.
Le pedí que me acompañara a la parada del colectivo pero se negó porque se tenía que ir hasta el centro a una fiesta rockabilly pero antes tenía que pasar por lo de un amigo suyo a hacer una previa.

Esperé el colectivo y llegué al lugar. Un antro metalero en el que no había nadie más que los músicos y un par de metaleros con sus putas.
Luego de conectar todo el sonido tuvimos un problema con las canciones, porque estaban en un formato que la computadora moderna no leía y tardamos mucho en pasarlos a un formato que si leyera pero lo logramos.
Pusimos un tema de Black Sabbath y uno de los metaleros nos gritó: Buena pibe, si ponés uno de Motorhead después de este, te chupo la pija.
Pusimos un tema de Sandro.

La gente no llegó a las once como estaba previsto, sino a eso de la una y media de la mañana. Pasamos la peor música posible para que el clima cool sea un poco más acorde a nuestras viejas salidas, sin preocuparnos de si la gente lo disfrutaba o no. Pensamos en nosotros mismos.
Tocó la primera banda, unos payasos disfrazados de rockeros que posaban y se colgaban de las vigas del techo y se sacaban la remera como si estuviesen en un recital en Sunset Strip, pero no, estaban en Chacarita.

La siguiente banda estaba integrada por todas chicas, como The Runaways. La guitarrista era brasilera y tenía afro, la cantante se desnudó y no quedó como una puta. Más bien como una mina con actitud que no le importaba nada. De las que no son cogidas sino de las que cogen.
Luego de las bandas, continuó la fiesta, la música empeoraba y la gente del lugar también. Cada vez vestimentas más pretenciosas y superficiales. Me fui, borracho hasta Avenida de los Incas.

Caminé hasta una parilla de taxistas para comer un choripán. Un linyera me preguntó que música escuchaba y así se inició una charla de más de dos horas de duración. Cuando me aburrí me excusé y despedí y seguí mi camino a casa.
A las pocas cuadras una chica se aparece y me mira. Era rubia y de pelo largo. La miré.
Me preguntó si alguien la seguía y le dije que me parecía que no.
-Es que no tengo los lentes de lejos- respondió.
Me preguntó si la podía acompañar a su casa que era a tan sólo tres cuadras de ahí porque tenía miedo de que su perseguidor volviese a aparecerse.
Le pregunté que le hacía pensar que yo no era un psicópata.

Me contó que había estudiado animación por computadoras en Da Vinci, en once y habìa dejado a los pocos meses. Había vivido en Bariloche y estaba en Buenos Aires desde hacía medio año. Ahora vivía en un departamento de su hermano que no usaba. Ella no trabajaba y no supo explicarme de qué vivía.
Charlamos sobre varias cosas más. Intenté besarla y aceptó el beso y seguimos caminando hacia su casa.

Al llegar me confesó que tenía veintinueve años y que esa noche había sido la primera vez que fumaba porro en su vida. Me invitó a pasar.
La casa no tenía adornos ni cosas. Apenas una mesa con un plato sucio encima.
Su habitación era horrible y no tenía televisión. La persiana estaba a medio bajar y la habitación quedaba apenas iluminada.

Cogimos una sola vez porque tenía un solo preservativo.
Ella estaba loca y se notaba en su forma de hablar y de gemir y de asentir cuando hablábamos después de coger. Por sus respuestas incoherentes.
Le pedí su número de celular y le dije que la agregaría a Facebook.
Cuando quise hacerlo, ningún usuario figuraba con su nombre. La intenté llamar pero atendió un hombre de la provincia de Salta.

viernes, 24 de septiembre de 2010

FIN

Este es el final de mi tercera novela, es de las pocas cosas escritas que tengo de ese tercer texto.

(...)Espero que no hayas guardado rencor hacía mí y que recibir esta carta no te perturbe (sí es que seguís viviendo en el mismo lugar y la recibiste y la estas leyendo). No te pongo mi dirección porque entablar nuevamente un diálogo, aunque sea escrito con vos me ablandaría lo suficiente como para volver a la Argentina y eso no está en mis planes. Tan sólo quiero que sepas que estoy bien y que te quiero lo suficiente como para tenerte presente todos los días.
Te quiero y espero que estés bien.
Aga.

Al terminar la carta me di cuenta que mis manos sudaban y temblaban. La doblé prolijamente y la volví a meter en el sobre. La dejé en la mesa y me fui. Me tomé un colectivo cualquiera sin saber hacia donde se dirigía y me senté en el primer lugar libre que encontré. Mientras los autos y los árboles y las personas y todo quedaba atrás me puse a pensar en que me gustaría ser si no fuese un ser humano y creo que pensé en el viento, para poder viajar gratis por todo el mundo y conocer el frío del Himalaya y el calor de las playas de Australia y golpear la cara de personas desconocidas en ciudades desconocidas y no morir nunca, migrar de un lugar a otro con mayor o menor intensidad y que el tiempo no exista.

FIN

martes, 21 de septiembre de 2010

NOTA DE RECHAZO

Hola, Ariel,

Perdón la tardanza, pero es tanto el material que llega que no damos abasto por momentos.
Por lo que leí de los que nos enviaste, no es el tipo de literatura que estamos buscando en este momento. Te sugiero eliminar el comienzo (si es que ese par de páginas forman parte de la novela): son innecesarias. Lo que leí está muy bien: bien escrito, ágil, interesante. Pero, como te decía, no es lo que estamos buscando: preferimos literatura que tenga otro tipo de trabajo sobre la lengua; textos menos trabajadas sobre la primera persona y los diálogos y que tengan otro tipo de búsqueda. Pero eso no quiere decir que no sea bueno lo que vos escribiste.

Te deseo suerte con la novela. Hay muchas editoriales, así que es cuestión de dar con la indicada.

Un abrazo.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Para Sofía

Mi sobrina cumple un año. Ese mismo día yo leía en un ciclo y escribí este texto sobre lo que pasó aquel día y lo terminé usando para mi novela.


Hacía más de cuarenta horas que no dormía. Todavía me repetía el shawarma. Llegar a Constitución había sido una travesía y ni siquiera habían empezado.
No esperaba nada de aquella noche.
Lo primero que recuerdo es haber estado en ese departamentito perdido en algún edificio aleatorio del barrio y tener frente a mí a un brasilero con un porro en la boca intentando hacer foco con una súper ocho. Yo nunca había actuado en mi vida.
Hijo de puta- pensé. Su única preocupación es hacer foco con esa cámara de mierda, no le importa estar envejeciendo a cada instante. Hacer foco en este momento es lo más importante de su vida, qué hijo de puta.
Su negligencia respecto de su propia existencia me hizo sentir solo o tal vez soy demasiado trágico.

Estaba tirado, sucio de cáscara de maní, con ojeras y sueño, rodeado de gente alterada por la posición de las luces, por el fotómetro que no andaba, porque estaba por amanecer y faltaban cinco tomas, eran siete. Mierda, que noche tonta.
Yo observaba en silencio sin comprender las cosas que me hacían hacer frente a cámara una y otra vez.
Recibí un mensaje de mi novia. Estaba borracha, me hizo sentir más minúsculo y solo en aquel barrio. Parecía Varsovia durante la guerra, lejano y ajeno.
Terminamos con frío y de mal humor a las nueve y media de la mañana, el sol estaba alto y solo, sin nubes que le sacasen protagonismo.
Caminar por el centro un domingo es patético, nada excepto edificios cerrados, algún linyera y bolsas de consorcio llenas, ilustran las calles.
Corrí el colectivo una cuadra, no me esperó y se me escapó un insulto: Vas a ser colectivero toda tu vida hijo de puta.
No me quedó otra que seguir esperando.
Al entrar a mi casa, todos estaban despiertos, yo zombie. Me había llegado una carta, de una editorial, dos cuentos en una antología, no esperaba ganar ese concurso, el día estaba soleado y comenzaba bien.
Fue entonces cuando tuvimos que salir corriendo.
No pude dormir nada porque ya estaba en camino. Esquivando autos mi papá dentro del suyo dijo algo que me angustió: El nacimiento es el primer trauma de la vida, uno nace llorando. Se topa con todo y abandona la tranquilidad y seguridad del útero.

Mierda, uno aparece aterrorizado, muerto de miedo. Nacer llorando demuestra cuán triste y terrible es el acto de vivir, cuán inservible es, cuán ridículo y sinsentido.

Dios todopoderoso, cuídala de la tristeza y males que sobran en el mundo porque si no, te juro que me voy a ver obligado a matarte.

Sofía este Relato es para vos.
Te quiere.
Tu hermano Ramiro.
20/9/2007

domingo, 19 de septiembre de 2010

Crónica de una muerte anunciada

El viernes leí, hoy leo. Esto es una breve crónica de lo que sucedió el viernes.

Tres colectivos de la línea ochenta pasaron y logré subirme a uno luego de correrlo una cuadra y media. Me dirigía a lo de un amigo.
Estaba yendo a leer a un recital de bandas, tocaban Festival de los viajes, Utopians y Humo Del Cairo. Era obvio que nadie dle público quería o iba siquiera a enteder lo que haría. Me di cuenta que todos los textos que había impreso eran inútiles para la ocación.
El hermano de mi amigo es psicólogo y me hizo un test que cambió la noche. Decidí que esa sería la anécdota que leería.
Una vez ahí, a eso de la 1, Arrancó la primera banda. Festival de los viajes.
Cuando terminaban, sonó Ghost Rider de Suicide, una de mis bandas favoritas.
Se me ocurrió pedir que la reproducieran durante mi lectura porque volví a pensar en lo que estaba haciendo: gente yendo a ver bandas y un tarado se sube a leer. Recordé lo que un amigo que estudia cine me había dicho una vez "Al argentino le ponés a alguien puteando a cámara, y se ríe". Pensé en hacer eso mismo contar anécdotas e insultar al público en busca de una reacción sincera.
Subí al escenario, el teclado de Martin rev de Suicide me acompañaba de fondo. Intenté ver al público pero estaba demasiado ebrio y las luces me pegaban de frente y no me dejaba distinguir nada.
Comencé la noche:
Mi nombre es Ariel Pukacz, escribo. Modesta aparte, creo escribir mejor de lo que leo, si leyera mejor de lo que escribo debería leer textos ajenos y no me interesa. Prefiero trabarme y practicar con ustedes y poder así mejor la lectura de mis propios textos.


Tenía muchos textos para leer pero estoy tan borracho que prefiero relatar un poema que se me ocurrió vinviendo para aca en colectivo. Se llama Capitalismo

Dame cerveza
o dame tu amor
pero dame algo
La concha de tu madre.

La gente silbó porque se había usado un insulto. El texto era malo, malísimo. Pero no me quedaba otra cosa que insultar delante de los orangutanes.

Antes de venir para aca- dije- el hermano de un amigo, que es psicólogo me hizo un test y aquí lo voy a reproucir.

¿Qué animal serías?
Mi propio perro

¿Qué objeto serías si no fueses humano?
Una Guitarra eléctrica, una fender Jaguar blanca.

¿Qué cosa abstracta serías si no fueses humano?
Aire- respondí apresurado, una supuesta señal de seguridad- para viajar grátis por todo el mundo.

¿Qué cosa abstracta no serías?- me preguntó después.
Humo, porque es un mal pos moderno y enfermizo.

¿Qué animal no serías?
Serpientes porque me dan asco

¿Qué objeto no serías?
El arma de un genocida

¿Qué enfermedad no serías?
Cáncer.

¿Por qué no sida?
Porrque te pones un forro y ya está, el cáncer no sabés como te lo agarras.

Y si hay algo que no me gustaría ser- dije por último- es uno de ustedes, hijos de puta.

No vi al resto de las bandas. Me fui, humillado, a dormir.

viernes, 17 de septiembre de 2010

ANTI DOMINGOS EN COBRA LIBROS


ANTI DOMINGO GRATUITO EN COBRA LIBROS
DOMINGO 19 DE SEPTIEMBRE DESDE LAS 16
EN Aranguren 150. Caballito ( a una cuadra del Parque Centenario)
Leen:
Ariel Pukacz
(www.cuentosverdes.blogspot.com)
Jorge Ignacio Huarte (El Baterista que escribe)
(www.dedicatoriasypajas.blogspot.com)
Malén Denis
(www.hellomalen.tumblr.com)
Maurice Jalfon
(www.sintaxiserronea.wordpress.com)

Hace música:
Guido Flichman (Cine Shampoo, Termotank, Irma)

jueves, 16 de septiembre de 2010

MAÑANA VIERNES LEO


TOCAN
HUMO DEL CAIRO
UTOPIANS
EL FESTIVAL DE LOS VIAJES

Road Movie Invitada
Lecturas Prohibidas: Ariel Pukacz + Gigi Goñi
DJ Ale Ban

Entrada $20.-
$15.- x lista a lista@banbang.com.ar
(Enviar nombre y apellido y en el asunto poner HUMO DEL CAIRO)

lunes, 13 de septiembre de 2010

Un mundo lleno de aire pero sin oxígeno

Cinthia: Abro la heladera descalza y mi mamá me dice que me voy a electrocutar. Me sueno los dedos de los pies torciéndolos y cruzándolos como puedo entre ellos, crujen como la cáscara de una nuez partiéndose.

Le digo a mi mamá que no puede presagiarle algo tan horrible a su hija y busco en la heladera algo rico para comer pero no hay nada y me acuerdo que mi mamá está a dieta y que mi papá prometió lo mismo y que entonces obligadamente yo también estoy metida en el asunto. Cierro la heladera decepcionada y la puerta truena al cerrarse y mi mamá me pregunta si también soy así de delicada con mi novio. No respondo y me siento sobre la mesada de mármol que está demasiado fría. Me bajo los shorts lo más que puedo para que no se me duerman los muslos pero es inútil y entonces me bajo.

Mi mamá me pregunta si estoy inquieta y no le respondo. Abro la alacena en busca de algo rico pero no hay nada y rescato del fondo una barrita de cereal light. La abro y pruebo y es horrible y la tiro en el tachito de la mesada. Me dice que hay gente que no tiene lo qué comer y que yo derrocho la comida como si nada. Le respondo que si la gente que no tiene lo que comer tuviese plata para hacerlo no la gastaría en esas barritas de mierda.

Me dice que me ponga medias, que me voy a resfriar y hago como si no la escuchara y subo la escalera hacia mi habitación. Siento que mis pasos suenan con retardo como si pisara y recién sonara el paso anterior. Debo estar loca.

Hace calor y el solcito entra por mi ventana y hace que mi cama luzca más cómoda de lo que en verdad es, me tiro sobre ella. La sábana esta calentita y la disfruto. Me pongo a pensar en Ramiro y me cuesta recordar su cara aunque lo vi la noche anterior. No sé todavía si estoy enamorada de él pero me gusta lo suficiente como para ser su novia.

Recuerdo la primera vez que me quedé a dormir en lo de un chico y el diálogo que tuve con mi mamá: Me da miedo que te quedes a dormir en lo de un desconocido- dijo ella.
-Un desconocido para vos- le respondí.
-Mirá si te hace algo- me argumentó
-¿Algo como cogerme? - le pregunté. -Sí, seguro que sí, le respondí después.

Me dijo que era una maleducada y llamó a mi papá y me fui rápido de la casa y me llamaron durante toda la noche al celular que había apagado. Al día siguiente al volver a mi casa me acusaron de puta y me prohibieron salir y no se los respeté.
Ahora ya soy más grande y la relación es difícil, sigo haciendo lo que yo quiero pero no los hago estallar en mil pedazos. Ahora no les respondo pero tampoco los escucho.

Miro el mapamundi inflable que cuelga torcido de mi techo y me paro en la cama y lo hago girar y lo freno y selecciono un país aleatoriamente con mi dedo índice. Mi dedo marca Argentina y me deprimo y siento que voy a estar empantanada en este país por siempre. Me bajo de la cama y decido cortarme el pelo, lo tengo por los hombros y creo que me va a quedar mejor unos cuatro o cinco centímetros más corto. Estoy por ir a preguntarle a mi mamá qué opina pero lo analizo bien y no me importa su opinión. Pienso en llamar a Ramiro para preguntarle pero prefiero que sea una sorpresa.

lunes, 6 de septiembre de 2010

La nieve de Bolaño, por mí

Este es un ejercicio, agarrar el primer parrafo de un cuento que a uno le guste y re escribirlo con la mayor cantidad de palabras que se pueda. Intertextualidad o algo así le dicen, pero creo que usaré mi inicio para algo propio.

Elegí el cuento La nieve de Roberto bolaño que comienza así:

Lo conocí en un bar de la calle Tallers, en Barcelona, hará unos cinco años. Cuando supo que yo era chileno se acercó a saludarme, él también había nacido por aquellas lejanías.

Y lo re escribí así.

Papas bravas ya frías, pocas, se descomponían en mi plato, mi vaso de cerveza ya no tenía gas, de hecho hacía rato que ya no comía ni tomaba, pensaba en cuanto tiempo había pasado de mi última visita a Girona. Barcelona me acorralaba y las paredes de ese bar de la calle Tallers ya me eran tan familiares como las de mi propio departamento. Fue hace cinco años, esa misma noche,la de las papas frías y la cerveza sin gas que lo conocí, no sé como supo que yo era chileno, al igual que él; esto fue un lazo de unión, el único. Estar lejos de casa, solos y compartir la soledad juntos, aunque no se si eso se puede porque deja de ser, técnicamente, soledad.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Tus jefes y tus padres te dicen lo que tenés que hacer, el momento de pensar y hacer por uno mismo era ayer, aunque hoy no es demasiado tarde

Los jefes son los dueños de la vida.
Mis jefes son los dueños de la mía.
Que llego tarde
Que me voy temprano
Que tardo en hacer las cosas
Que lo hice demasiado rápido y que me fije si lo puedo mejorar
Que el aumento lo vemos el mes que viene
Que el aguinaldo hay que ver cuando me lo pagan
¿Y dónde quedo yo?
En el medio de su quilombo organizativo
Me recuerda a cuando tenía cinco o seis años y mi mamá y mi papá discutían.
No sabía si meterme
Si hacer como si nada
Si llorar
Si preocuparme
Si irme a dormir
Si jugar a los muñecos
O escapar silenciosamente
aprovechando sus gritos
para irme para siempre

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El amor es la más barata de las religiones

-Tu problema es que usas todas frases hechas Ramiro- dijo Cinthia.
-¿Qué significa eso?- preguntó él mientras se rascaba la cabeza y olía la axila.
-Que usas frases que ya usaron mucho otros, frases que se usaron tanto que ya no valen nada, perdieron su significado.
-Pero..-intentó decir él pero ella lo interrumpió.
-Por ejemplo acá.- dijo y tomó un trago de una gaseosa berreta y se arrepintió en el mismo momento. No entendía porque Ramiro, teniendo plata compraba las gaseosas que para ella, tomaban solamente los obreros y empleadas domésticas.- “Se despertó en una linda mañana de verano”, es una mierda eso rami. No mal eh, pero no está bueno.-

El se quedó en silencio. Se paró de la cama, dio una vuelta en círculo y se volvió a sentar. Fue un acto de desesperación, de vergüenza. Todo lo que había estado intentando era una mierda y lo peor es que él estaba orgulloso de esa mierda.

Cinthia lo tomó de la mano y se la acarició.- No quiero criticarte y hacerte mierda tus cuentos pero me pedís una opinión y creo que tengo que ser lo más dura posible para que mejores, soy tu novia y quiero ayudarte. No sirve si te digo que todos los textos son hermosos, me parece.
Él le respondió la peor de todas las frases hechas: Te amo.

JUEVES 2/9 LEO

Jueves 2/9

desde las 23

Grati$

Lecturas de:

Chanelle Noir

http://diariodeunap.com

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Ioshua
http://www.pijabirrafaso.blogspot.com
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Malgosia Ludwig
http://www.comoescupitajosenlacara.blogspot.com
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Ariel Pukacz
http://www.cuentosverdes.blogspot.com
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M
http://www.nuncahableconbobdylan.blogspot.com
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Sofķa Catįstrofe
http://www.androgenorexia.blogspot.com
<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

Abdul
http://www.alpedopoesia.blogspot.com
<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

Jota
http://www.le-targo.blogspot.com
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Micrófono Abierto

Mśsica en vivo
allt är uplyst
+

Irma
+

Bosques
+

Dj Lucas Cine Shampoo


EL LUGAR ES SECRETO, SI QUEIREN IR MAIL A arielpukacz@gmail.com por la dirección.

jueves, 26 de agosto de 2010

Early Grey

Lupe se sacó su campera gris y la colgó en el perchero. Marcial le gritó desde la otra punta de la casa que se sacara las zapatillas porque le iba a embarrar toda la casa y su papá lo iba a cagar a patadas en el orto y justo que su papá le hiciera eso, no le gustaba.
Le hizo caso.

Él se apareció en calzoncillos. Lupe le dijo que se vistiera y él le hizo caso. Ella se sentó a ver televisión pero ningún canal la conformaba así que dejó uno de videos musicales en el que pasaban una canción que le gustaba de chica.

Se puso a mirar las fotos de la familia. Marcial, su mamá, su hermano y su papá.
Se preguntó en qué momento Marcial se dio cuenta de que era homosexual. Ella sabía que en parte lo suyo era una pose para llevar adelante su estilo de vida. Un personaje con el que se hacía cargo exageradamente. Le resultaba más fácil parodiarse a si mismo, burlarse de si mismo que sentarse a recibir bromas e insultos ajenos. Si te burlas a vos mismo dejás a los otros desarmados. Lupe sabía que en el fondo Marcial sufría.

Siempre le pareció una broma de mal gusto el nombre que le pusieron sus padres, especialmente por su apellido: Marcial Defacto.

Marcial se apareció vestido y ella dejó de pensar. Sonrieron.
Marcial estaba vestido como para salir. Se acercó a su amiga , la besó en la mejilla y la abrazó.
Puso música, un viejo disco de Ennio Morricone con todos sus hits. Ambos tarareaban mientras charlaban.

-Vení, vamos a la cocina.- dijo Marcial. Lupe lo siguió.
-¿Qué querés tomar bonita?
-Un té.
-¿Cuál?
-Un Early Grey.
-¿Early Gray? Bruta. Earl Grey se llama.
-Mentira.
-Si.- se ofendió Marcial.

-No sabía, toda mi vida le dije Early Grey. Tiene más sentido para mi: “Gris prematuro” o algo así.
-No, se llama Earl Grey porque lo descubrió un soldado de apellido Grey o algo así.
-Es mi té preferido.- dijo ella sin escucharlo.
-El mío también.
-Lo tomé una vez en lo de Ramiro y no pude parar, antes sólo tomaba té con leche.- dijo ella.

-Pobre Ramiro.
-Lo extraño a veces.
-Yo también, que flojos estuvimos. Era tan lindo.
-Early Grey, que pelotuda.- dijo Lupe.
Los dos rieron. Hacía mucho que no reían. Desde antes de que Ramiro muriese.

viernes, 20 de agosto de 2010

Kill your idols.

Me niego a creer que la historia es solamente balas.
y que la vida son solo billetes.
me niego.

martes, 17 de agosto de 2010

Walden (o Porqué escribo)

No me importan los oprimidos ni hambrientos ni mutilados. Sólo yo mismo.
Salvarme a mi, de mi y de ustedes.
Evitar el horario como una condena de la que librarme.
Responder a intereses ajenos a cambio de nada. Eviitar las preguntas y hacer, sumiso, hacer para otro.

Escribo para ordenar mis ideas.
Las miles de frases inconexas e inconclusas que se generan dentro mío a cada instante. Darles forma. Que dejen de ser ideas, solo existentes dentro mío para existir en el mundo.
Para purgarme

Para sacarme cosas de encima que me hacen sentir vacío y quedar vacío, limpio, pero sentirme lleno.
Escribo para dilatar la demencia.
Para uir sentado, mientras todo avanza.
Liberar lo que grita dentro mío y me perturba y dejarlo ir como a Satán en un falso exorsismo de la iglesia universal, un sábado a la madrugada que me quedé sólo mirando eso y sin coger.

domingo, 15 de agosto de 2010

Dispara en la oscuridad

Los ojos cerrados a veces
solo dan seguidad
porque la oscuridad
todo lo abraza.
Pese a tener nuestros ojos despiertos
nada puede distinguirse
y la desesperación agobia
y aprieta el pecho.
La claustrofobia invade
y algo peor que la muerte nos
empuja
hacia algun lugar.
Dispara en la oscuridad
con los ojos cerrados
o abiertos,
nada cambia
Dispara en la oscuridad
matate a vos mismo
con los ojos abiertos
e intenta ver
tu sombra reflejada en
ningún lado
agonizando
por tu autoflagelo
Dispara en la oscuridad
no va a haber victima
ni culpable.

viernes, 13 de agosto de 2010

ENTREVISTA A JEM COHEN

Jem Cohen nació en Kabul, Afghanistán. Vivió su infancia en Washington DC donde fue parte de la escena Punk/Hardcore y luego se mudó a Nueva York.
Conocí el trabajo de Jem Cohen gracias al documental Instrument sobre mi grupo preferido, FUGAZI. En 2007 se proyectó en el BAFICI gran parte de su filmografía y vino a dar charlas.
En ese entonces comenzaba a estudiar periodismo y ya tenía hacía rato un fanzine llamado Ganesha.
El área de prensa del festival no me dejó entrevistarlo comodamente en sus instalaciones y el cedió humildemente a una entrevista en las escaleras del Abasto, frente al supermercado COTO.

Hay muchos escritores que me influenciaron y me dieron ganas y motivos para escribir, como también mis raíces judías, mi sobrina, edificios destruídos, la droga, Polonia, relaciones fallídas, la traición, el egoísmo, el sexo hardcore y muchas otras cosas. Pero el cine de Jem Cohen es mi mayor influencia,lejos y también él como persona, como ejemplo de hacer lo que uno queire sin preocuparse por los beneficios económicos.

Aca les posteo la entrevista que le hice y que guardo con nostalgia.

Es poca la gente que entra a este blog, pero si les gusta lo que escribo, haganse el favor de leer la entrevista y buscar en youtube videos de sus filmaciones. Creo que es una forma bastante gráfica de entender lo que escribo.

Si alguien le intresa tengo para copiarles el documental sobre Fugazi Instrument, Chain y su mejor película, Lost Book Found. Esta última fue disparador de una novela que vengo escribiendo hace año y medio.



ENTREVISTA A JEM COHEN.

martes, 10 de agosto de 2010

Filippo

El origen de este texto es un ejercicio. Cada uno tenía que escribir un secreto en un papel y el docente los leía. Entre todos votábamos los dos mejores.
Uno fue que alguien metió a su gato en un microondas para secarlo y murió. El otro que un chico se masturbaba en clase.
Debíamos elegir una de las dos anécdotas y redactar dos textos: Uno al estilo de EL GATO NEGRO de Edgar Allan Poe y otro al estilo de Si, ¡Pero puede hacer esto la máquina a vapor? de Woody Allen.
Acá está mi versión, intentando imitar a Edgar Allan Poe de la anécdota del gato en el microondas.
Un beso
a.-


Yo quería una caja envuelta en un papel floreado. Una caja, cuadrada que contuviese
algo dentro que no supiese lo que era. Llenarme de nervios y romper el papel y la caja y encontrar un tesoro. Pero no. En lugar de lo que yo quería, una sorpresa, me dieron a Filippo. Nunca había visto un gato en mi vida. Al principio me dio impresión, no tenía idea de que existiese algo así. Se lamía las patas y ronroneaba.
Filippo tenía una oreja blanca y el resto de su cuerpito era negro. Tan oscuro como
cuando cierro los ojos.

Lo abracé y todos en mi familia suspiraron, pensé que les había pasado algo.
Rápidamente nos hicimos buenos amigos, pasaba todo el día con Filippo. No quería ir
al jardín, no quería ir a la casa de mis compañeros, no quería mirar los dibujitos. Sólo quería jugar con Filippo.
Lo acariciaba, lo mimaba. Incluso le hice un collar con un piolín y fideos pintados de colores.

Mi vida se basaba en Filippo, lo adoraba. No podía creer que existiese un animalito
así. No quería conocer ningún otro gatito, sólo a mi Filippo.
Un día, estaba acariciando sus cortos y suaves pelitos y se me ocurrió bañarlo. Llené
la bañadera de agua tibia e hice espuma para que le resultara más divertido su primer
baño. Cuando quise soltarlo en el aguita, me rasguñó. De mi mano comenzó a brotar
sangre, sangre negra. No era como en las películas que mi mamá y mi papá no me
dejan ver.

Lo empujé de mi falda al suelo. Filippo gritó y se fue corriendo. Me quedé en silencio mirando la sangre que chorreaba de mi mano y me manchaba el vestido rojo hasta que llegó mi mamá y me limpió y maldijo a Filippo. Pobre Filippo pensé al principio, pero después me sentí ofendida y no quise verlo por un tiempo.
Venía y se frotaba a mis piernas y lamía la herida de mi mano.
Filippo era malo, muy malo.

Decidí que Filippo tenía que pasar por lo mismo que yo, agarre mi tijera, la que corta con forma de zigzag y le corté la punta de su orejita blanca. El gatito lloró mucho. Mi papá me retó y mi mamá llevó a Filippo a la veterinaria.

Tuvo su oreja vendada unas cuantas semanas. Filippo ya no era lindo, ni bueno.
Un día, sábado, me desperté con ganas de hacer las paces con Filippo. Hacía bastante
que no hablaba con él, desde que tenía esas feas y sucias vendas en su cara.
El solcito entraba por la ventana y ocupaba solamente el pedazo de sillón en el que yo solía sentarme a acariciar a Filippo. El lugar donde el dormía todo el día.
Filippo no estaba ahí. Se había escapado.

Lloré muchos días hasta que me acostumbré a su ausencia. Tiempo después reapareció. Gordo, muy gordo. Lo llevamos al veterinario con mi mamá y me enteré lo peor, Filippo era Filippa y estaba embarazada.
Me sentí engañada todo ese tiempo, mentida. Me había abandonado y al volver no
era más él, era ella y estaba fea y con otros gatitos dentro suyo que no quería conocer.

Como había dicho, sólo quería a Filippo, que ya no era él, no quería conocer otro
gatito. Todo mi amor era para él, que ya no era él.
No quería mas a Filippo, ni a Filippa ni a sus gatitos.
Agarré a la gorda y fea gata del cogote y la solté en la bañadera, prendí el agua y
comenzó a maullar como nunca. Una vez empapada e histérica, le solté una toalla
encima y la encerré dentro.

Metí a Filippa en el microondas para darle una linda secada. Eléctrica. Filippa se
convulsionaba y sus gatitos, dentro de su panza, también. Comenzó a salir un olor feo
del microondas, a pelo y carne asada.
Filippa gritaba, aullaba de forma tan aguda que tuve que tapar mis oídos. También
cerré mis ojos para no ver como su piel perdía su pelo y se tostaba. Ya no me
animaba a dejar escapar a Filippa, me había arrepentido pero tenía miedo de que
me rasguñiara de nuevo. Filippa, la gorda y fea de Filippa y sus feo bebitos, estaban
muertos.
Mi mamá llegó y se desmayó, mi papá me retó mucho. Me mandaron con un señor al que visito ahora, todas las semanas. El me pregunta como estoy.
Nunca pudimos olvidarnos de Filippa, porque cada vez que abrimos el microondas,
no es olor a muerte lo que sale, sino sus agudos aullidos.

sábado, 31 de julio de 2010

No es hacer lo que uno hace, uno intenta

Me preguntaste que es lo que más disfruto hacer en el mundo
Y te dije
Pensar
Escribir
Leer
Caminar
Mirar
Coger
En ese orden
Vos me dijiste que
A vos te gusta intentar coser
Y me pareció tierno
Y cierto
Porque yo también intento
Solo intento
Hacer las cosas que disfruto hacer en
El mundo.

miércoles, 28 de julio de 2010

La inseguridad de la cama

Tu cintura flaquita
Debería ser la envidia
De cualquier chica
Y así es
vos no estas cómoda y te sentís observada
Por eso me decís que preferís quedarte en casa
Porque a la larga
Lo que vamos a hacer es
Volver tarde y cansados
A coger
Y charlar un poco
Y si estoy de humor
Mimarnos
Un poco nomás
No sea cosa que me enamore
Y tenga que dejar de verte

Corredor de larga distancia

El pavimento
Pisado
Por miles de personas
Que no conozco
Queda
Atrás
Y pavimento
Sin pisar
Todavía
Por mí
Sobra delante
Y en algún momento será viejo
y los árboles
quedan detrás
junto al pavimento
y los autos
y la gente
y huyo de todos ellos
que se funden juntos
en un todo
sin importarme que pasa con ellos
porque
quedaron
atrás
y solo miro
los que todavía son nuevos ante mis ojos
los que no conozco
pero que brevemente serán viejos
y olvidados
y pienso en no tropezar
y en seguir
corriendo

martes, 27 de julio de 2010

correr, viajar, esperar,

La puerta abierta
el colectivo me espera
impaciente
porque la luz lo apura
y corro y transpiro
para subir
y las vocinas me abuchean
y las puertas se cierran detrás mío con un sonido industrial
imposible de imitar
y agradezco
y pago y busco un asiento o una novia
con la mirada
y no hay
ninguna de las dos cosas
pero logro mirar por la ventana
y los quioscos
y los carteles
y los afiches
y los postes de luz
pasan
y los olvido
y los dejo atrás
como a tantas cosas
algunas que me hacían mal
y me miento
no las abandoné
me siguen reverberando dentro
como una licuadora rota
pero intento hacerme creer
que estoy bien
y se sube el policia de los boletos
y me firma con un mamarracho rojo
el mío
y lo guardo como un tesoro
dentro de un libro
que nunca terminaré
El colectivo sigue su recorrido reiterativo
y me bajo en cualquier lado
porque no me dirigía hacia
ningún lugar en particular
y cruzo la calle
y espero volver a hacer
el recorrido a la inversa

domingo, 25 de julio de 2010

Oxidado y fuera de foco como metales olvidados y fotos perdidas

Entre los dos no hacemos uno
Me dijiste
Y me reí
Porque era verdad
Estábamos perdidos
Y tristes
Y asustados
Pero juntos
Pero no hacíamos uno
Ni con todas
Nuestras partes juntas
Y mezcladas
Y pegadas
Con precisión
Fueron mis fallas
No las tuyas
Las que hicieron
Que esos pedazos sean miles más
Incontables fragmentitos
De nosotros
Mezclados
E irreconocibles
No intentes limpiar
Te dije
Esto ya no tiene arreglo.

sábado, 24 de julio de 2010

El billete de dos pesos

Alex: Paré en un quiosco a comprarle cigarrillos a Ramiro antes de llegar a su casa, me había pedido por mensaje de texto.
Aproveché y me compré un alfajor nuevo que había salido, compro todas las golosinas nuevas. Siento que si no las pruebo talvez me esté perdiendo de algo muy increíble.
Cuando el quiosquero me dio el vuelto me quedé mirando los billetes, no conté si me había dado bien o mal el vuelto. Me quedé hipnotizado mirando el billete de dos pesos de arriba de todo. Tenía una inscripción en azul, torcida y lavada. El billete era casi inútil, tan gastado que era suave, negro de haber pasado por tantas manos. Me quedé mirando el billete porque me pregunté si ese billete ya había pasado antes por mis manos. No recordaba el número de serie pero por alguna razón recordaba el billete.
Salí del lugar y volví a entrar antes de que la puerta de vidrio llena de calcomanías de marcas se cerrase porque dejé lo que había comprado en el mostrador.


Ramiro me abrazó, nunca nos habíamos abrazado. Creo. Pasé directo a su habitación, su perro me acompañó todo el trayecto saltando y ladrándome para que lo saludase. No lo hice.
Entramos a su habitación, era un chiquero. Estaba tomando Pepsi del pico de una botella de litro y medio de vidrio.
El perro se coló con nosotros y se puso frenéticamente a oler todo.
Su tacho de basura estaba en la mitad de la habitación, era de metal y estaba abollado. Rebalzaba de basura: latas de gaseosa, papeles y preservativos. Nunca ponía bolsita para la basura. La empleada tenía que juntar con las manos los forros llenos de semen.
Me desplomé en su cama y salió una nube de polvo como había pasado hacía tan solo unos días en el telo cuando Cinthia golpeó la frazada.
Nos pusimos a hacer música con uno de sus sintetizadores y bases de batería con un programa que tenia en su computadora.
Hicimos una improvisación desarticulada durante un buen rato hasta que nos cansamos del ruido y nos sinceramos con nosotros mismos, estábamos haciendo mierda. Por ser dos y con aparatos no éramos tan buenos como Suicide. No éramos tan buenos como nadie, no éramos buenos. No éramos nada.

Le pedí prestado un controlador midi para hacer la música de un cortometraje que estaba editando para la facultad. Nunca más se lo devolví, no llegué a dárselo. Más de una vez pensé en devolvérselo a su padre pero para el sería solamente un objeto y para mi tenía un gran valor, sentimental y también útil. Una de las octavas no andaba del todo, nunca la mandé a arreglar, quise conservarlo exactamente como me lo había dado mi amigo. Alterarlo sería pisotear su memoria de algún modo.

Después de tocar se puso a tomar de la botella de Pepsi que tapó mal y me la pasó sin preguntarme si quería pero acepté y le di un sorbo.
-Antes que el perro.- dijo Ramiro. No entendía de que hablaba.
-Dale, agarrala antes que el perro- repitió y me quedé mirándolo sin comprender.
¿Me haces el favor de agarrar la tapa antes de que el perro se la coma Alex?
La levanté y la ajuste a la botella de Pepsi de dos litros. No la limpié.
Ramiro me contó que estaba participando de varios concursos literarios con sus cuentos y que todavía no había tenido respuesta positiva de ninguno. Estaba un poco decepcionado. Le dije que no se desesperara, que creyera en sus textos. Pero era yo el que no creía en lo que le estaba diciendo.

jueves, 22 de julio de 2010

HOY DESDE LAS 23 EN MI.CASA. CICLO MENSTRUAL

HOY LEO. ES GRATIS. POR LA DIRECCIÓN MANDEN MAIL A arielpukacz@gmail.com



Lecturas°
...
M
http://nuncahableconbobdylan.blogspot.com/

Malgosia L.
http://comoescupitajosenlacara.blogspot.com/

Ariel Pukacz
http://cuentosverdes.blogspot.com/

Cabeza de Tornado
http://www.flickr.com/cabezadetornado


Manos de Travesti
http://manosdetravesti.blogspot.com/

Jotge Ignacio Huarte (El Baterista que escribe)
http://dedicatoriasypajas.blogspot.com/

Abdul
http://alpedopoesia.blogspot.com/


Sofía Catástrofe
http://androgenorexia.blogspot.com/

... y más

____________________________________________________________

Bandas °

Cassette Salvador
http://www.cassettesalvador.com.ar/

+
Bosques
http://www.myspace.com/losbosques
____________________________________________________________

Música°

dee shei
Marselo Retroporno Soundsystem

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Birra°

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Dibujitos°

Cabeza de Tornado
http://www.flickr.com/cabezadetornado

MalHecho
http://www.flickr.com/mal_hecho

Raleria Vios

lunes, 19 de julio de 2010

Mail de rechazo N°...

Estimado ariel pukacz:
El Comité Editorial ha evaluado tu proyecto - obra "Early Grey" y más allá de su valor literario ha decidido no publicarlo.
Nuestras puertas quedan abiertas para futuros proyectos.
Gracias por confiar tu obra a nuestros editores.

Cordialmente,
RANDOM HOUSE MONDADORI

domingo, 18 de julio de 2010

HELP

Terminé mi segunda novela, titulada Early Grey.
Estoy comenzando la tercera, llamada Flâneur.

Busco editor.

miércoles, 14 de julio de 2010

Martinez y ruptura

Iván: Y llegamos al río, me dijo que no estaba enamorada de mí y se fue. La vi deshacer el camino que habíamos hecho juntos hasta ahí, tomados de la mano. Ahora sé que su puño, cerrado contra el mío, llevaba dentro una daga con un filo muy real y cruel, lleno de hipocresía y mentira.

Me quedé ahí parado, como un boludo. Si saber que hacer o que decir. Miré el agua putrefacta. No quería estar ahí, solo; Pero ahí estaba, sólo.
Caminé por Libertador con la esperanza de que volviese corriendo hacia mí, pero solo me topé con skaters y nuevos ricos en Mini Cooper.
Me perdí por unas callecitas de adoquines, caminé por la mitad de ellas, con la intención de dejar a un lado la tristeza y apreciar la belleza de aquel barrio que es mejor que el mío. No pude. Pero no lloré. Me consentí con un alto cucurucho de Vía Flaminia.

Lo llamé a Alex, necesitaba hablar con alguien. Estaba trabajando, ocupado.
Seguí con el cucurucho, esperando que todo se solucionase o aunque sea concluya, sin saber en verdad que carajo esperaba realmente.

sábado, 10 de julio de 2010

The Art(e) of Romance

Me das asco vos y tu falso interés
Y tus caras de goma espuma
Fingiendo sorpresa
Ante cada palabra y acto
Y anécdota
No te culpo
Solo te alerto
Que no voy a seguir siendo un pelotudo
Por mucho tiempo más
Me transformé en vos
Por media hora
Y soy yo ahora el que ficcionaliza interés
Pero es solo para llevarte a la cama
Y no volver a verte
Ni hablarte
Ni siquiera pensar
En vos
Nunca mas

viernes, 9 de julio de 2010

Feliz año nuevo

Cinthia: Era año nuevo, un nuevo comienzo. Mi familia comía pero yo me encontraba aislada, en mi cabeza. Iván ocupaba todo el espacio de mi mente, incluso más de lo que podía llegar a abarcar. Me generaba una sensación de claustrofobia, culpa, soledad.
Lo extrañaba ¿O extrañaba la idea de Iván?

Mi primita correteaba por toda la casa y comenzó a llorar porque se golpeó la frente contra la punta de la mesita ratona. Hielo le pusieron. Lloraba y se abrazó a mí. Me la cargué a upa y comenzó a chorrearse el hielo sobre su vestidito blanco. Mi mamá me pasó una servilleta para secarla. Al rato dejó de quejarse y comenzó a chupar el hielo. El agua fría se le chorreaba por la pera. Un gran chichón adornaba su frente.
Fuimos a la mesa a comer. Todos hablaban y gritaban. Los platos y fuentes, llenas de comidas giraban de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.

No di un solo bocado. No presté atención a los gritos y risas y charlas de mis tíos y primos y abuelos y de toda mi gran familia. Me quedé enclaustrada en mi cabeza, pensando en el cuerpo descompuesto de Iván. Me pregunté si a esa altura seguiría habiendo carne sobre sus huesos. No pude dar un bocado.

Me imaginé a su papá, como se sentiría en este primer año nuevo sin Iván. Me pregunté como estarían el resto a quienes no volví a ver, el Alex.
Ya era la hora, brindamos y fuimos todos a la terraza. Alcé a mi primita en brazos porque no alcanzaba a ver.

No me llegó ningún mensaje de texto. Me angustió saber que nadie pensaba en mí.
Los fuegos artificiales incendiaban la noche pero la luna brillaba más fuerte que todos.

jueves, 8 de julio de 2010

BRET EASTON ELLIS

Luca: Toqué el timbre de nuevo a los diez minutos, me estaba congelando y el hijo de puta no bajaba más. Me comencé a soplar las manos para calentarlas y a pegar saltitos para entrar en calor.
Al rato abrió la puerta. No lo veía hacía bastante. Me impresionó. Estaba demacrado. Su pelo lacio y sano era ahora una maraña de rulos inflados y caóticos. Sus ojos verdes eran opacados por unas gruesas ojeras que lo contorneaban como un antifaz.
Seguía siendo tan alto como siempre y mantenía su sonrisa con muletas.

Iván estaba destruido. Su separación con Cinthia lo había devastado. Iván se estaba matando y todos hicimos ojos ciegos a eso. No pensamos en lo irreversible de su situación, solo nos dedicamos a verlo cavar su fosa y ver su degradación. Nos dedicamos a compartir cada tanto un porro con él, alentando así su deterioro.

-Dale boludo ¿Cúanto tardás en bajar a abrir? Hace un frío de cagarse.
-Perdón, estaba ordenando.

Pasé y dejé la campera en el perchero, su perro comenzó a ladrar y a olerme.
Entré a su habitación y era un desorden total, no había ordenado nada.
Había un taper abierto con comida, lo agarró y se puso a comer. Estiró la mano ofreciéndome y alzó las cejas.
-¿Qué es?- pregunté.
-Ensalada de papa, huevo, pollo, mayonesa y zanahoria.
- Ensalada Rusa, pelotudo- le dije.
-No tarado, la rusa lleva arvejas.

Recorrí su habitación mientras el masticaba despacio la ensalada rusa sin arvejas.
No había nada en orden, sobre su escritorio había pilas de cables y ropa, libros desperdigados por el suelo y el tacho d basura revalzaba. Las paredes estaban blancas, iluminaban casi. Desentonaban con el resto del cuarto.

Tirado sobre su cama, había una versión de Las reglas de la atracción de Bret Easton Ellis.
Lo tomé. Estaba bastante gastado, era usado, se notaba. Pasé el dedo rápido por todas sus hojas. Logré visualizar varias subrayadas.

-¿Qué haces leyendo a este puto?- pegunté.
-¿Cómo a “este puto”?- repreguntó.
-Sí, a Easton Ellis.
-No es puto.- afirmó ofendido y me sacó el libro de las manos.
-Sí.
-No.- dijo y soltó el libro sobre la cama.
-Que sí, es puto.
-¿Cómo sabes?- me preguntó.
-Yo sé, yo sé.- le afirmé.
-¿No serás medio puto Luca?

Me hirió esa pregunta, no pensé que la volvería a escuchar.
-No.- respondí. Lo sé porque lo leí en una entrevista ¿Tenés mi porro?
-Es mí porro y te lo estoy vendiendo, no es tu porro.- dijo, medio enojado no se porqué.
-Si me lo vendés pasa a ser mío.

Me dio la bolsa, le di la plata, no la contó.
Me fui.
No volví a verlo.
Con vida.

Respuestas de rechazo

Hola Ariel,

por el momento no estamos recibiendo nuevos títulos.

gracias y disculpá.
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Hola Ariel, en este momento por problemas de traducción no estamos aceptando txts.

Desde ya muchas gracias por el interés en nuestro proyecto.
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Gracias Ariel pero el estilo de la novela no es lo que estamos buscando por el momento.
Gracias.
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Dear Ariel Pukacz:

We appreciate the opportunity to read your work, but unfortunately this submission was not a right fit for PANK.

Please wait at least seven days before submitting more work for our consideration.

Thank you for thinking of us.

Sincerely,

The Editors of PANK

lunes, 5 de julio de 2010

EL PRÓXIMO GRAN ENEMIGO DEL MUNDO

Iván: Filas interminables de pequeños féretros de vidrio que se reproducían infinitamente en las paredes espejadas.
En una de ellas, estaba mi hermanita. Incubándose hasta no se cuando. Algunas semanas o meses talvez.
Sofía.
Ya la quería y no la había visto.
Miré através del grueso vidrio todos esos bebés recién nacidos y tuve sentimientos encontrados.

Alegría por tener una hermanita, pensar en ser hermano mayor. La alegre sensación de que la gente sigue creyendo pese a las situaciones de mierda y adversidades, en la vida. Pese a lo que cuesta vivir la gente sigue trayendo vida al mundo.
Ver esos bebés, sin ser corrompidos todavía. Sin preocupaciones, sin dolor, sin angustia sin ser concientes de lo que es la maldad o la muerte. Sin saber nada en absoluto. Vírgenes.

Por otro lado pensé en lo egoísta que es el acto de concebir. Desde la propia voluntad de tener un hijo al que cuidar y criar y ver crecer, dos personas engendran uno sin saber si ese chico desea nacer, existir y sufrir.
Miré un buen rato las incubadoras, intentando adivinar en cual estaría mi nueva hermanita.

Vi a esos niños durmiendo y llorando por haber nacido, por tener su tranquilidad perturbada por el aire contaminado, la luz, asustados de su propia existencia y pensé: Un bebé que acaba de nacer puede ser el próximo gran enemigo del mundo.
Hitler, Stalin, Videla, fueron bebés. Tiernos bebés, mimados, cuidados, fotografiados, sonrientes. Sin maldad. Hasta que fueron concientes del poder de la idea, de la palabra.

Estaba cansado, ya ni sabía en lo que pensaba.

Mi papá me invitó a desayunar algo mientras su mujer descansaba en la habitación de la clínica.

Fuimos al bar del último piso del hospital. Tenía el techo de vidrio y dejaba ver unas negras nubes que se avecinaban con violencia. Las paredes, cubiertas de un empapelado Bordeaux berreta y una guarda dorada con dibujos aleatorios. La iluminación era cálida. Un lugar ambientado como los hoteles, casinos o aeropuertos. Para hacer sentir a uno como en casa o en viaje constante, en un lugar donde el tiempo no existe. Ambientado entre el mal gusto y la delicadeza. Con falsa finura.
Un jugo de pomelo y un tostado. Mi papá café.

Abrió La Nación, lo desplegó y abarcó todo el ancho de la mesa. Lo tapó por completo, ni sus canas podía ver, solo sus dedos sujetando los bordes del papel.
Tengo la teoría de que mi papá lee el diario para enterarse de las cosas malas que en ese día no le pasaron a él y conformarse y quedarse tranquilo de que podría estar peor.
No nos dijimos una palabra.

sábado, 3 de julio de 2010

Noche en Kika

Aclaración: Este texto lo reposteo porque en su momnto cuando lo escribí, fue un texto autónomo. Hoy en día tiene mucha más lógica para mí y conformará un capitulo de mi novela como los úlimos textos que postée. Un saludo. a.-)

Luca: Suena Lords of the new church pero yo prefiero a los dead boys, sigo sorbiendo del vaso con la ilusión de exprimir un poco más de gin o de agua tónica de los hielos sin un buen resultado. Una chica se me acerca y me dice que me conoce de una fiesta en la casa de no se quien. Le digo que puede ser pero no me acuerdo de ella.
El Dj que se parece a Marc Bolan pone I´am a Cliche de X Rays Spex pero es demasiado pesada y la cancela con No Feelings de los Sex Pistols pero yo prefiero escuchar Public Image Limited.

Sigo esperando que aparezca alguna banda en escena pero todavía están los plomos organizando cables y amplificadores.

Una chica me mira pero se interpone una muchedumbre en el medio y la pierdo de vista, intento ubicar a mis amigos pero están cerca de la cabina del dj charlando con él y no me interesa.

Me percato de que la bola de espejos no tiene forma de bola sino de camello y que no gira, estática refleja las luces que le apuntan los cañones y los lasers del boliche.
Se me acerca de nuevo la chica que conocí en una fiesta de la que no me acuerdo y me pregunta si quiero ir a la casa. Me quedo pensando un poco y me dice que tiene cocaína. Sigo sin responder y me dice que es alita de mosca. No le creo pero llamo a mis amigos y vamos.

Vive en un departamento sobre Libertador y nos cuenta que sus papás están en Miami porque quieren comprar unas propiedades porque están muy baratas por la crisis. Yo no respondo nada, me dedico a tomar. Le vaciamos la bolsa y me dispongo a irme.
Se me tira y le digo que no, gracias, que soy gay. No queda satisfecha con la respuesta.


Nos quedamos un rato más, todos en silencio, incómodo. Ella comienza a hablar y a presumir. Yo estoy duro y mis amigos también. No la escucho me pongo a pensar en todos los problemas que tuve durante el año. Miedo a no terminar la carrera, a no aprobar ética y deontología, al fracaso, a no conseguir trabajo, a la muerte, a que me roben, a que me traicionen, a esperar colectivos, a que me humillen, a morir.
Ya está, el año ya pasó.

Me tomo un taxi y me fijo recién adentro si tengo plata suficiente. La tengo. Va muy rápido y me comienzo a sentir mal, con la presión baja pero resisto. Escucha muy fuerte una banda de cumbia peruana que en otra situación hubiese disfrutado. Falta un buen rato para llegar a casa. Mierda, necesito dormir.

Raro

Iván: La mayoría de los regalos que tengo de chicas son libros, Salinger, Bukowski, Cohelo. Todos dedicados con palabras mentidas y llenas de falso afecto con un velo de calentura por detrás. Oculto para que no piense de entrada que son unas putas.

Lo otro que me regalaron son cartas. Cartas en las que se excusan de porque no funciona lo nuestro, que de todos modos me tienen afecto y me quieren pero como amigo, que soy una persona excelente y me va a ir muy bien en la vida. Que se alegran de haberme conocido. Pero conocer a alguien no significa tenerlo cerca.

Todas las chicas con las que he estado en algún momento me han dicho lo mismo: Sos raro.
¿Por qué? Pregunto cada vez.
No se- responden.
-Sí sabes, explicame.
-No, no sé, sos raro.
-Por favor explicame.
-Es que no se como hacerlo.
-Quiero cambiarlo.
-Es que no es malo.
-Pero a nadie le gusta ser raro.
-Pero no se porque sos raro.
-¿Qué hago de raro?
-No pasa porque hagas algo.
-Pero ¿Que significa “ser raro”?
-No se Iván, raro es raro.
-¿Raro de gay decís?
-No raro de persona rara.
-Raro tenés el orto.
-No tarado, en serio. Raro, no sé, extraño.

Y el dialogo se repite otra y otra vez y sigo siendo el mismo pelotudo raro de siempre con las mismas preguntas de siempre que no son respondidas.

viernes, 2 de julio de 2010

LUPE TRISTE, MARCIAL BAILA

Lupe estaba tirada en su cama limándose las uñas mientras Marcial bailaba como un descerebrado frente al espejo al ritmo de Why Be Blue del dúo Suicide.
Afuera estaba anocheciendo pero la habitación de Lupe seguía iluminada artificialmente, como todas las casas de plata.

Marcial, en cuero, se dedicaba a mirar como sus músculos rebotaban en sincronía con sus saltitos espásticos. Jalaba Popper mientras acomodaba el pañuelo de seda que vestía su pecho.

-¿Qué te pasa, divina?- preguntó Marcial al ver a su amiga deprimida.
-Nada.- mintió y siguió limándose las uñas que ya estaban prolijas pero no tenía otra cosa para hacer. Era eso o ver a su amigo gay hacer el ridículo.
-Te noto mal amiga, en un ratito me vas a contar.

-¿No te cansas de bailar como una loca?- preguntó Lupe con buena onda.
-Hay, no. Es que esta banda tiene unas canciones que no puedo evitar mover el esqueleto.

Lupe se paró y fue a dejar la lima en su escritorio y agarró el esmalte de uñas. Marcial cambió el tema desde la notebook de Lupe y puso otra canción del mismo disco que lo hizo cambiar el estilo de baile. Siguió perfeccionándose frente al espejo.
-No estés triste, bonita. Contale a Marcial lo que te pasa.

-Me gusta un chico y no se como hacer para que me de bola.
-¿Ya querés desflorarte amor?
- No es eso, Marcial. No seas tarado.
-Quería levantarte el ánimo.- dijo medio agotado y dando unas jaladas de Popper.
-Gracias.- dijo Lupe, mientras se concentraba con la primera capa de esmalte en sus uñas. Esmalte rojo. Rojo sangre.

-Yo estoy contento, tuve un viernes agitado ayer.
-¿A quién te cogiste Marcial? ¿Podés empezar a cuidarte?
-Hay no me jodas Lupe, dejame divertirme.
-Sí, divertite, pero cuidate tarado.

-Igual no hubo nada demasiado pesado. Le chupe la pija nomas.

-Con eso alcanza Marcial para contagiarte de cosas si tenés una herida o algo.
-“De cosas” “De cosas”. De sida Lupe, decilo. Marcial dejó el frasquito de Popper y se puso la remera, era de una universidad de Estados Unidos, estaba gastada. Cambió de disco, Los Abuelos De La Nada.

-En fin ¿La pasaste bien?
-Sí, muy. Va, normal. No fue una noche muy salvaje pero estuvo entretenida. Alguien que ni te imaginas que la juega a dos puntas.

-¿Quién?
-Luca.
-¿Quién?
-Luca.
-¿Enserio?
-Te juro. Divino.
-Callate Marcial.

-¿Por qué Lupe?- Preguntó Marcial y prendió un cigarrillo.
-Abrí la ventana.
-¿Qué pasa Lupe?

-Me gusta Luca. Estoy mal por Luca y vos te lo coges.
-¿En serio me decis Lupe? ¿El pibe que te tiene mal es Luca?
-Sí y mi mejor amigo le chupa la pija, no lo puedo creer.

Marcial tiró el cigarrillo por la ventana, prendido y se recostó en la cama junto a su amiga. Tomó su mano y pidió disculpas. Lupe comenzó a llorar y se abrazó a su amigo.

-Lo amo Marcial, lo amo.-dijo y apretó fuerte la remera de su amigo, empapándola de lágrimas. Marcial no sabía exactamente que hacer.
-Lupe, sos mi mejor amiga al pedo entonces ¿Por qué no me contaste que estas atrás de Luca?

-Porque sabés que soy tímida. No sabía que se la come.
-Técnicamente yo me la comí.
Ambos rieron.

Pese a las buenas intenciones de su amigo, de hacerla sentir mejor, Lupe sabía que eso la acercaba un poco más a su hermanito. Lupe sabía con certeza que estaba un poco más muerta y no sabía que hacer con Luca. Marcial tampoco. Sus ganas de seguir viéndolo estaban pero su lealtad hacia Lupe también. Estaba enredado entre su pene y su corazón.

FELIZCUMPLEAÑOS A MI (BLOG)

Guau! El blog cumple un año. No pensé que iba a tener tanta constancia (y tantos textos). Algunos mejores, otros peores pero sigo con las mismas ganas de seguir escribiendo y seguir actualizando.
A modo de cumpleaños y en un acto pedante de mi parte, me tomo el atrevimiento de hacer una lista de los mejores libros que leí en el primer semestre del año:

Fantasmas- Paul Auster
Invisible- Paul Auster

No country for old man- Cormac Macarthy

Llamadas telefónicas- Roberto Bolaño

Dublineses- James Joyce

Misery- Stephen King
Carrie- Stephen King

El libro de los abrazos- Eduardo Galeano

Last night on Earth- Charles Bukowski
Cartero- Charles Bukowski

Cosmetica del enemigo- Amelie Nothomb

Demian- Herman Hesse

Los pichiciegos- Fogwill

Era el cielo- Sergio Bizzio
Rabia- Sergio Bizzio

Leer y escribir- Ariel Bermani
El amor es la más barata de las religiones- Ariel Bermani

Literatura y otros cuentos- Martin Rejtman

Ji-Do- Antología de literatura contemporánea coreana

Yo necesito amor- Klaus Kinski

Rant- Chuck Palahniuk

jueves, 1 de julio de 2010

La seguridad de la ducha

No solo era domingo, sino que también llovía. Lupe tenía la costumbre de sumergirse en la mierda cada vez que algo malo le pasaba. No intentaba superar los pequeños problemas sino que se buscaba otros para no poder salir, ahogarse, sofocarse y tener la excusa perfecta para estar mal. Era más sencillo que solucionar las cosas e intentar estar bien. Siempre cuesta más lograr las cosas que no intentarlas y a ella le funcionaba muy bien ese método de autocompasión. Repito, no solo era domingo, sino que también llovía. El mundo se complotaba contra Lupe, para que su infelicidad sea plena. Menos por menos, más, le habían enseñado muchos años atrás en el colegio. La suma de dos males, hacen uno mucho más denso e insoportable.

Lupe acababa de volver de merendar con Luca, se le largó a llover justo una cuadra antes de llegar a su casa.
Se arrepintió de haber tenido a Luca al tanto de aquel chico, el que había vivido en Estados Unidos y le parecía un maricón por tomar la cerveza despacio. Se sintió una idiota, lo único que corroboraba así es que quería ser su amiga. Lupe amaba a Luca, lo amaba. No había gustado nunca de ningún chico en serio. De hecho era virgen.

Se sacó los zapatos antes de entrar y la campera, empapada. Dejó todo en el lavadero y se fue desvistiendo en el camino hacia el baño, lo último que se sacó fueron sus lentes y las hebillas del pelo. Prendió la ducha y esperó sentada en el inodoro, cruzada de piernas a que la bañadera se llenase. Estaba impaciente y comenzó a masticarse las uñas, el sonido del agua cayendo y golpeteando la bañera de plástico solía relajarla, pero no ese día, no ese domingo que ya era de noche y sufría una lluvia. No distinguía del todo el sonido del agua cayendo porque se le mezclaba con el de la lluvia, que también caía, pero ya no podía lastimarla.

Metió un pie. Despacio. Quemaba. Lo hizo despacio para que su cuerpo se acostumbre, tiritó. Metió la otra pierna y apagó el agua antes de que rebalsase.

Se puso a pensar en Luca, en su mirada profunda, que tanto le gustaba. Siempre miraba con el cejo fruncido, como si estuviese enojado, era por sus rasgos toscos y marcados que le daban apariencia de malo.

Pensó en cuan segura se sentía cuando se duchaba o se daba un baño de inmersión. Casi no tenía esos momentos para ella, de estar sola y disfrutarlos. Generalmente estaba sola, pero no disfrutaba de estarlo. Hizo lo posible para sentirse cómoda consigo misma, porque Luca la acompañaba en sus pensamientos. Comenzó a tocarse para sentirse más cómoda aún.

El agua comenzó a revolverse, cerró los ojos y siguió acariciándose.
De pronto se vio perturbada porque no era la imagen de Luca la que vino a su mente, esa se borró repentinamente para ser sustituida por la de su hermanito.
Hacía rato no pensaba en su hermanito y le resultó repulsivo que el pensamiento le viniese mientras se masturbaba pensando en el chico que le gustaba.

Recordó al amor de su vida, su hermanito, dos años atrás le había dicho un día que le dolía mucho la cabeza. Lloraba mientras se lo decía. Ella lo abrazó y le dijo que no era nada, que seguramente era por la humedad, que a ella también le pasaba.

-Algo crece en mi cabeza.- dijo el nene y ella le adjudicó la frase a la imaginación del nenito de seis años.
Tres semanas después murió de un tumor cerebral.
Lupe dejó de masturbarse y comenzó a llorar.

Era domingo, llovía, estaba sin Luca y sin su hermano. Sola, era domingo y llovía.

martes, 29 de junio de 2010

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Pueden hacerse fans o seguir o "que les guste" mi grupo en Facebook llamado Cuentos Verdes.
Un saludo.
a.-

OTRO CULO QUE NO SERÁ MÍO

Luca: Me tomo el subte B en Triunvirato, todo el ramal tengo que hacer casi. Primero me como la infinita fila para pagar el boleto y al bajar las escaleras me dan un diario gratuito que descarto sin siquiera abrirlo. Una pareja de ancianos delante de mí me impide amablemente el paso y las puertas de los vagones se cierran antes de que pueda subir. Viejos de mierda- grito en un brote de bronca repentino y me siento culpable ante las miradas acusadoras de todos.

Una pareja de orientales aguarda y un chico pelirrojo mira perdido hacia todos lados.
Me quedo parado, esperando ansioso aunque apuro no tengo.
Se comienza a juntar gente en la estación, más y más gente. Me pongo bien cerquita del borde amarillo para entrar apenas llegue el subte pero lo suficientemente lejos como para no caer a las vías por el golpe torpe de algún cavernícola.
Una chica se aparece a mi lado, lo suficientemente linda como para cogerla, lo suficientemente fea como para no verla nunca más.

Llega el subte, la dejo pasar, sonríe.
Subo después que ella junto a la horda de orangutanes apurados. Consigo asiento pero lejos de mi nueva víctima.
Leo pero la miro de reojo entre toda la gente y el movimiento somnoliento del vagón chino.

Un chico con alguna discapacidad se sube y comienza a gruñir un sonido agudo y espantoso y a señalar los diarios gratuitos que la gente hojea pero no lee y se los dan para que siga su camino.
Veo como la chica, se levanta de su asiento y se baja y se va y se va y se va. Para siempre. Me quedé estático en mi lugar sin nada que hacer. Otro culo que se marcha y que no será mío.

viernes, 25 de junio de 2010

¡Traición!

Cogiendo. Así comienza este capítulo, con dos personas cogiendo. Con Alex encima de Cinthia. Transpirados en la cama de un hotelucho barato en la esquina de Juan B. Justo y Loyola que tiene precio especial antes de las cuatro de la tarde.
Se quedan flácidos, fumando después de acabar. Alex se deja el forro puesto y se le empieza a chorrear a medida que su pene se achica.

No se miman, fuman y se miran a si mismos reflejados en los espejos opacos de la habitación sucia y mal amueblada.
Las ventanas tienen contact opaco para que no se vea desde el exterior lo que sucede en la habitación, para dar intimidad al engaño. Pero parte del contact faltaba, arrancado estaba.

Las paredes están recubiertas de láminas que imitan a madera.
Cinthia intenta apenas tocar la frazada azul gastada, le pega con la mano y una nube de polvo se eleva y comienza a toser y a espantarla con la mano que sostiene el cigarrillo, desperdigando ceniza sobre la misma colcha.
Cinthia se entristece, más bien se llena de culpa y suelta humo por su boca, con la mirada puesta en ningún lado. Sigue exhalando pese a que no queda más humo dentro de ella.

Alex se levanta para ir al baño y se queda ahí un buen rato, Cinthia prende la televisión y se pone a ver las noticias. Nada interesante. Alex vuelve y le dice que ponga una película porno.
La pone y al rato él ya esta en condiciones (motivado por la película) en tener un segundo round. Ella sigue cansada pero por insistencia de Alex accede a chuparle el pene.

En medio del acto el teléfono de Cinthia suena y ella atiende.
-Hola- dice Iván con su voz muy grave y distorsionada.
-Hola Ivy- responde ella y lame el pene del mejor amigo de su novio.
-¿Qué hacías?- pregunta él mientras ella aprovecha esos pocos segundos para meterse todo el pene de Alex en la boca.
-Merendaba- responde ella con cinismo y mala leche.
-Ah ¿Dónde? Estoy aburrido y no se, no me siento bien. No quiero estar solo.
-Ahora estoy ocupada ¿Hablamos mas tarde?- pregunta Cinthia mientras mantiene el celular con una mano y con la otra masturba a Alex.
Corta sin dejar que su novio responda.

Sigue sobando a Alex con el celular en una mano y con la otra alrededor de sus testículos, hasta que Alex acaba. Alex no se asombra al notar que Cinthia no va al baño a enjuagarse la boca.

Ella le pregunta a Alex: ¿Me querés?
-No- responde él.
-¿Por qué?- pregunta ella disgustada.
-Porque sos la novia de mi mejor amigo.
-Veo como lo queres y como lo cuidas.- retruca ella.
Se quedan en silencio, fumando, sin mirarse.
-Quererme no podes pero cojerme sí- reflexiona ella.
-Te quiero de algún modo.- dice él para contentarla.
-¿De qué modo?
-No se, de alguno.
-No se quien sos Alex.
-Mejor así, cuanto menos sepamos del otro mejor.
-¿Por qué?
-porque no se puede amar a alguien que conocés.
¿Por qué?
-porque cuando conoces a la gente te das cuenta cuan miserable, estúpida, aburrida y descartable es.


Alex pagó los cincuenticinco pesos que salía el turno, para intentar ser un poco caballero.
Salieron sin cuidado y caminaron juntos hasta Escalabrini Ortiz. Alex el 110, Cinthia un taxi.

Chintia recordó la primera vez que había ido a un telo con Alex, que estaba perseguida al momento de entrar y al momento de salir. Alex le prometió que nada pasaría pero no se dieron cuenta que el hotel quedaba frente a una iglesia de Rey de Reyes. Era viernes y al salir estaba toda la congregación mirándolos.

Cinthia volvió a su casa y olvidó de llamar a Iván, que se quedó esperando la llamada de ella o de su mejor amigo.