viernes, 2 de julio de 2010

LUPE TRISTE, MARCIAL BAILA

Lupe estaba tirada en su cama limándose las uñas mientras Marcial bailaba como un descerebrado frente al espejo al ritmo de Why Be Blue del dúo Suicide.
Afuera estaba anocheciendo pero la habitación de Lupe seguía iluminada artificialmente, como todas las casas de plata.

Marcial, en cuero, se dedicaba a mirar como sus músculos rebotaban en sincronía con sus saltitos espásticos. Jalaba Popper mientras acomodaba el pañuelo de seda que vestía su pecho.

-¿Qué te pasa, divina?- preguntó Marcial al ver a su amiga deprimida.
-Nada.- mintió y siguió limándose las uñas que ya estaban prolijas pero no tenía otra cosa para hacer. Era eso o ver a su amigo gay hacer el ridículo.
-Te noto mal amiga, en un ratito me vas a contar.

-¿No te cansas de bailar como una loca?- preguntó Lupe con buena onda.
-Hay, no. Es que esta banda tiene unas canciones que no puedo evitar mover el esqueleto.

Lupe se paró y fue a dejar la lima en su escritorio y agarró el esmalte de uñas. Marcial cambió el tema desde la notebook de Lupe y puso otra canción del mismo disco que lo hizo cambiar el estilo de baile. Siguió perfeccionándose frente al espejo.
-No estés triste, bonita. Contale a Marcial lo que te pasa.

-Me gusta un chico y no se como hacer para que me de bola.
-¿Ya querés desflorarte amor?
- No es eso, Marcial. No seas tarado.
-Quería levantarte el ánimo.- dijo medio agotado y dando unas jaladas de Popper.
-Gracias.- dijo Lupe, mientras se concentraba con la primera capa de esmalte en sus uñas. Esmalte rojo. Rojo sangre.

-Yo estoy contento, tuve un viernes agitado ayer.
-¿A quién te cogiste Marcial? ¿Podés empezar a cuidarte?
-Hay no me jodas Lupe, dejame divertirme.
-Sí, divertite, pero cuidate tarado.

-Igual no hubo nada demasiado pesado. Le chupe la pija nomas.

-Con eso alcanza Marcial para contagiarte de cosas si tenés una herida o algo.
-“De cosas” “De cosas”. De sida Lupe, decilo. Marcial dejó el frasquito de Popper y se puso la remera, era de una universidad de Estados Unidos, estaba gastada. Cambió de disco, Los Abuelos De La Nada.

-En fin ¿La pasaste bien?
-Sí, muy. Va, normal. No fue una noche muy salvaje pero estuvo entretenida. Alguien que ni te imaginas que la juega a dos puntas.

-¿Quién?
-Luca.
-¿Quién?
-Luca.
-¿Enserio?
-Te juro. Divino.
-Callate Marcial.

-¿Por qué Lupe?- Preguntó Marcial y prendió un cigarrillo.
-Abrí la ventana.
-¿Qué pasa Lupe?

-Me gusta Luca. Estoy mal por Luca y vos te lo coges.
-¿En serio me decis Lupe? ¿El pibe que te tiene mal es Luca?
-Sí y mi mejor amigo le chupa la pija, no lo puedo creer.

Marcial tiró el cigarrillo por la ventana, prendido y se recostó en la cama junto a su amiga. Tomó su mano y pidió disculpas. Lupe comenzó a llorar y se abrazó a su amigo.

-Lo amo Marcial, lo amo.-dijo y apretó fuerte la remera de su amigo, empapándola de lágrimas. Marcial no sabía exactamente que hacer.
-Lupe, sos mi mejor amiga al pedo entonces ¿Por qué no me contaste que estas atrás de Luca?

-Porque sabés que soy tímida. No sabía que se la come.
-Técnicamente yo me la comí.
Ambos rieron.

Pese a las buenas intenciones de su amigo, de hacerla sentir mejor, Lupe sabía que eso la acercaba un poco más a su hermanito. Lupe sabía con certeza que estaba un poco más muerta y no sabía que hacer con Luca. Marcial tampoco. Sus ganas de seguir viéndolo estaban pero su lealtad hacia Lupe también. Estaba enredado entre su pene y su corazón.

1 comentario:

  1. saber con certeza que cada vez se puede confiar menos en la gente y que estamos un poco más muertos

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