miércoles, 19 de agosto de 2009

Para el techo, las noticias (Parte III)

Caminó por el barrio hasta llegar a su almacén, no era de él pero quienes lo atendían eran sus amigos y generalmente le daban el alcohol a precio o gratis.

Tom entró y saludó al encargado- Me agarro un vino- dijo y lo retiró del estante casi con los ojos cerrados. Había trabajado un tiempo en aquel lugar pero no duró demasiado, no le gustaba tener que cumplir un horario, lo deprimía.

-Pagalo, me estoy fundiendo.- dijo el empleado del lugar, un viejo amigo del padre de Tom.

-¿Cómo que te estas fundiendo?- preguntó Tom sin saber si preocuparse o reírse de una broma.

-Están por abrir un supermercado a dos cuadras, treinta años en el barrio y ahora me la ponen, no se que voy a hacer.

- Tenés tus compradores.

-Clientes se dice.

Tom dejó un billete en el mostrador.- no te vas a fundir, el barrio te va a seguir comprando a vos, vas a ver.

Las palabras entusiasmaron al viejo, lo llenaron de esperanza. Se aferró a la mano de Tom y sonrió.

Cuando iba volviendo, vio como una patrulla doblaba a toda velocidad por la esquina y perseguía infelizmente a un auto muy lastimado, no escuchó ningún disparo.

Se subió al techo nuevamente, el crimen perfecto, nadie lo había visto bajarse. Pero no se percató de que Ortiz se dio cuenta de que el martilleo había cesado. Antes de poder siquiera abrir el cartón de su delicioso vino tinto, el dueño de casa se apareció. Tom no llegó a ocultar el envase tras la caja de herramientas.

-¿Tomando vino?- preguntó el Señor Ortiz

-Disculpe señor

-Terminá el trabajo de una vez.- se metió en la casa.

Tom siguió ahí haciendo equilibrio entre tejas sueltas, pisó una y se resbaló, casi cae pero logró atajarse, lo que si calló fue una teja que por suerte no le pegó a Bruno, un nenito del barrio.

-¡Tené cuidado Tom, casi me matás!- dijo el chico mientras intentaba dominar el manubrio de su bicicleta.

-Disculpame brunito, se me calló una teja ¿Cómo anda todo niño?

-Todo bien, hoy me saque un ocho

-¡En qué te sacaste un ocho?- preguntó el obrero muerto de ternura.

-En un examen de historia ¿Sabías que Cristóbal Colón descubrió América en 1498?

El hombre se quedó pensando en el tejado, o la profesora era una bruta o el nene le estaba haciendo una broma.

-Chau Tom.- dijo el nene agitando su manito y siguió su camino a alta velocidad por la vereda.

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