-Esta noche estamos pensando en ir
a una fiesta- me comentó Josh- es una discoteca exclusiva y cara, pero conocí a
Mr. Momo, un chico ruso que maneja las relaciones públicas del lugar y nos
consigue descuentos y nos evita hacer la fila.
-Bueno, vamos- dije, sin verdaderas
ganas de perder plata en una discoteca a la que no iría nunca en mi vida si no
fuese porque estaba de viaje.
Fuimos a comer a un bar chiquito,
mientras masticábamos unos sándwich orgánicos y tomábamos una sopa de
espárragos le dije a Josh:
-Esta ciudad es ridícula, es como
una trampa. En cada cuadra hay algo para hacer y algo para consumir, no está
bien. Es como si fuese un parque de diversiones gratuito en el que sólo comprás
y gastás y te sentís bien pero un poco perdido y no entendés tu rol en todo
esto ni en el mundo y te ves obligado a cuestionarte todo y no sabés que hacer
de tu vida cuando el viaje se acabe y a la vez no querés irte de la isla pero
sentís que te está succionando la energía y aprovechándose de vos gracias al
marketing pero a la vez lo disfrutás.
Josh trago y limpió su boca con una
servilleta que sostenía con sus dedos que parecían pinzas para romper las
pinzas de una langosta:
-Sí, te entiendo.
Salimos del negocio y había una pintada
en aerosol violeta en una pared, era una serie de símbolos raros, similares a
estos:
1
8 7 7 . 2 1 0 2 . 9 2 . 0 1 . 0 2 . 9 8 4
Josh los anotó en una libreta que
escondía dentro de su sobretodo.
-Es un código encriptado- me dijo-
es el atbash-akak, una forma de encriptación basada en los caracteres de la
tipografía Wingdings 2 del Microsoft Word. También son las indicaciones para
acceder a un nivel secreto en el Ultimate Fighter para Sega Saturn, me acuerdo
exactamente cada movimiento.
Fuimos obligados al Apple Store de
nuevo, ingresamos a una computadora cualquiera, abrimos el explorador. La
página de inicio era un sitio porno, otro: www.xvids.net
Josh ingresó al sitio TOR y puso
unos códigos y desencriptó los caracteres del graffiti y logró ingresar a un
sitio horrible que parecía diseñado en Microsoft Frontpage que parecía hecho
para ser visto en Netscape.
El sitio tenía un contador que
permitía navegar en él tan sólo diez minutos, después se cerraba.
El titular decía en Times New
Roman:
“LA
ORDEN DEL NUEVO
MUNDO!!!!
No somos una secta. No somos un club privado. No somos un movimiento.
Somos todos. El mundo está cambiando y en ese cambio nos vemos involucrados
todos, de una manera u de otra. Todos formamos parte de este nuevo mundo que
comenzará con el fin del año 2012. Las profecías Mayas han sido
malinterpretadas, el nuevo comienzo no es el 21 de diciembre, sino el 1 de
enero de 2013. Todos formaremos parte de este cambio. Tenemos que prepararnos.
Si estás acá es porque estás listo para prepararte.
Restaban nueve minutos.
Apretamos un botón que decía Bases y Condiciones.
-Queremos preparar a las juventudes futuras para que puedan
autoabastecerse en su presente (nuestro futuro)
-Queremos desarticular la hegemonía actual del mundo.
Restaban siete minutos.
-Estamos en contra de la idea de cualquier dios que domine las mentes
de las personas
-El hombre es el ser más peligroso
pero también el que puede usar su capacidad mental para hacer del mundo
un lugar mejor.
-Los animales y las plantas están por encima del hombre. Sólo nuestra
propia extinción permitirá que los animales y las plantas vuelvas a reinar el
mundo.
-Esto es como Doce Monos- pensé-
pero sin Brad Pitt. Restaban cinco minutos.
-Solo unos pocos hombres, los calificados, podrán acceder al privilegio
de sobrevivir para vivir en el Nuevo Mundo. (Te encontrás dentro de ellos por
haber podido acceder a este sitio).
Nuestros diez minutos de tiempo se
acabaron, el sitio se cerró y volvió a la página porno.
-No se preocupen, nos están
volviendo locos- nos dijo un empleado del Apple Store que pasó a nuestro lado-
alguien seteó todas las computadoras y aparatos con acceso a Internet con
sitios porno como página de inicio. Los quitamos y al día siguiente vuelven a aparecer.
Están bajando las ventas y los clientes que visitan la tienda, es un infierno.
Se dice que son los de es Nueva Orden Mundial, un grupo de geeks que juegan a
los Illuminati.
Josh intentó volver a ingresar al
sitio pero el código ya no funcionaba.
-No importa, ingresemos a la
Deep Web y compremos drogas ilegales para
que las manden al hostel.
Era domingo por lo que era noche de
Pizza libre en el hostel. Nos juntamos en el comedor a comer y a tomar cervezas
(también gratis) y a ver televisión (una película malísima con Jodie Foster) y
a hablar sobre cualquier cosa y a planificar la noche.
Ellos querían ir a esa fiesta pero
yo prefería ir a hacer otra cosa. Era 23 de Diciembre y las dos siguientes
noches serían una mierda porque toda New York festejaría navidad.
Mimi quería sacarse una foto con el
árbol que había en el Rockefeller Center. Yo quería hacer cualquier cosa que no
fuese pagar precios ridículos por una lata de cerveza, escuchar música horrible
y que no comprendo, hablar con chicas ebrias y racistas y volver solo al
hostel.
Nadie se ponía de acuerdo y las
porciones de pizza con pepperoni tamaño Extra Large ya estaban frías y no
quedaban latas de cerveza por lo que pasar las porciones de pizza con pepperoni
extra larga ya frías era imposible.
-Yo iría a Sway, ese bar donde a
veces va Vincent Gallo y Chloe Sevigny y Macaulay Caulkin y pasan música de The
Smiths.
-Eso es los lunes, el resto de los
días ese bar es la muerte.
Jodie Foster parecía que estaba
secuestrada o algo así e intentaba escapar de las ataduras de sus muñecas con
movimientos torpes de cadera.
-Ah, bueno, vayamos el lunes.
-Me tienen harta con The Smiths-
dijo Peggy Sue- Me tiene cansada el fanatismo desmedido hacia esa banda. Son lo
mismo que The Beatles o The Rolling Stones, dioses muertos de una época que no
viví. No me representan más que la viruta de un lápiz recién afilado.
Me gustó su comentario, era una
banda que se seguía adorando pese a que no estaban juntos hacía casi tres
décadas. Mis padres tenían más derechos a escucharlos que yo.
-Voy a ir a comprar unos packs de
cervezas- dijo Buddy Holly- porque sino esta noche no va a comenzar nunca.
Buddy Holly vestía un traje gris y
tenía un chaleco y un corbatín y los anteojos limpios y un jopo engominado y
zapatos que la mitad eran negros y la otra mitad blancos, como si fuesen para
bailar swing o tango.
Mr. Momo le mandó un mensaje de
texto a Josh preguntando cuantos iríamos esa noche a la discoteca. Ya no podía
escapar.
Entraron al comedor un grupo de
australianos, dos chicos y dos chicas. Todos eran rubios y con las mejillas
rosadas por el frío, no parecían acostumbrados a la temperatura y suspiraban y
sus cuerpos estaban agitados. Las dos chicas tenían el mismo buzo de GAP rosa.
Se sentaron en una mesa a nuestro lado y hablaban a un volumen ridículamente
bajo, como si no quisiesen molestarnos.
Pensé en invitar a Kesuke, pero era
solamente por lastima para que no se quedara solo. Sabía que no iba a venir
aunque lo invitase, por eso no lo hice.
Jodie Foster se besaba con un actor
desconocido.
Josh se arremangó la camisa y tenía
un tatuaje de un ancla que parecía ser un dibujo del Siglo XIX, con detalles y
sombras.
-No entiendo los tatuajes- dije,
por decir algo y evitar el silencio.
-¿Qué no entendés de los tatuajes?
-Para que sirven, que son, que
sentido tienen. No los entiendo.
-Son dibujos que se hacen en la
piel y no sirven para una mierda. Algunos son lindos, a mi me gustó el ancla,
no hay razón alguna. Mis abuelos no eran marineros, eran granjeros, pero me
gustó el dibujo.
-Pero sigo sin entender porqué la
gente se hace dibujos eternos en el cuerpo, cual es la razón. ¿Por qué no nos
hacemos brazos de madera y aluminio? Es igual de aleatorio.
-Sí, puede ser. Es cultural. Hay
gente que se pone argollas en el cuello y se los estiran, otros se tatúan.
-El tema es que el tatuaje es igual
de exótico que lo de las argollas en el cuello, una costumbre robada y
descontextualizada y vaciada de contenido y sentido.
-Sí- dijo Peggy Sue defendiéndome-
como ha pasado con los expansores. Hace unos años nadie los usaba en occidente
y ahora de cada cinco personas que veo, dos los tienen. Es brutal.
El empleado del turno noche del
hostel apareció en el comedor y le dijo a Josh que se acercara un momento a la
oficina. Josh, sorprendido fue con pasos lentos y torpes.
Buddy Holly apareció con dos packs
de seis cervezas: uno de Blue Moon y otro de Coors. También traía un whisky Jim
Beam y una Coca-Cola.
-Invito yo- dijo.
Jodie Foster miraba el horizonte
desde un precipicio. Tenía unos jeans azules y botas y una campera de cuero un
poco corta y anteojos negros. Aparecieron las placas de créditos.
Josh apareció con una sonrisa en
su cara. Emanaba frío del pasillo que separaba el comedor del lobby.
-Tengo un regalo- anunció y sacó un
sobre de papel madera que vació sobre la mesa.
Estaba lleno de frascos con
diferentes drogas.
-Les presento al: MDMA, el LSD, la Ketamina y la Cocaína.
Todos nos quedamos en silencio.
Josh empezó a picar todo y a mezclarlo.
-No me miren así, las compré hoy
con Ariel.
-¿Conmigo?- pregunté asombrado.
-Sí, en la
Deep Web. Llegó mucho más rápido de lo que
pensaba, en el mismo día. Genial. Lo gracioso es que frente al hostel hay una
comisaría.
Empezaba una película de Universal
Studios.
Yo era el único que tomaba una Blue
Moon.
Los australianos miraban a Josh con
pánico.
-Ya está- dijo.
En la mesa había una montaña de
polvo que comenzó a separar en gruesas líneas.
-Una para cada uno.
Sin dudarlo, todos tomamos.
Nuestras narices hacían un ruido rarísimo, como el de un motor de goma espuma.
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