jueves, 14 de octubre de 2010

Capitulo - -

Parte de mi tercera novela todavía sin título.

Vi en Once el cartel de una chica en lencería y me pregunté como sería su nombre y el tono de su voz, donde viviría y si estudiaría algo. Me angustió pensar en que talvez nadie la quiera. Seguramente muchos la desean, cogen, chupan, pero no quieren. Sólo a su belleza.
Me di cuenta de que en algún punto la belleza es lo mismo que la fealdad, aísla del amor.

El amor es una mierda. Es eso que arruina la existencia e individualidad de los individuos.

Porque cuando uno ama, me refiero a cuando ama no a cuando quiere; cuando uno ama todo debe perder su sentido. Cuando uno ama, no cuando uno quiere, porque cuando uno se enamora deja de importar el trabajo y las guerras y la polución y las enfermedades. Uno sólo le teme a morir y a dejar de estar con esa persona. Uno desea ser inmortal para continuar eternamente abrazado. Cuando uno ama el mundo se reduce a uno mismo, ni siquiera, a la otra persona. La existencia de uno pasa a ser un vehículo para la felicidad del otro. Cuando uno ama el mundo se reduce, se sintetiza a lo verdaderamente importante, o banal, depende como se lo mire.

Al amar el mundo se reduce pero a la vez se amplía y nada parece imposible, ni estúpidos viajes ni ridículos proyectos. El mundo deja de ser mundo para tornarse una fantasía utópica en la que todo puede concretarse y aunque se falle, no importa, el otro está ahí para uno. O eso creemos o nos gusta creer. Hasta que esa persona despierta y abandona y uno obligadamente cae en la realidad. Uno cae en algo peor que el infierno, en el mundo y se da cuenta de la verdad: todos estamos solos. Completamente solos. Por más amigos, familiares y conocidos nos rodeen, todos nos encontramos solos ¿Cuándo un desconocido deja de serlo para tornarse un conocido, un amigo? ¿Los familiares sólo son conocidos o de confianza por qué los conocemos hace mucho? A mi papá no lo conocí nunca, es un desconocido, pero es mi papá. Existo gracias a él, por su culpa en verdad. Existo por una persona de la que no se nada, otro extraño más de los tantos que cruzo en la calle y de los que no se nada.

Todos estamos solos por más que intentemos sentirnos a gusto con otras personas. Ya sean nuestros padres, nuestros amigos más cercanos, uno pareja. Siempre estamos y estaremos solos. Los vínculos son una falsa necesidad, para llenar la carencia que nos genera el órgano que iría enchufado a nuestro apéndice.

Los vínculos son una falsa forma de llenar ese vacío que nos genera nuestra propia existencia, sentir que otra persona con las mismas carencias que nosotros nos puede llenar de algún modo extraño. Es como intentar llenar un hueco con otro hueco en lugar de con lo que falta.

3 comentarios:

  1. Es muy Arnsperger esto.
    Como decia Freud, siempre seremos seres angustiados desde el vamos, porque ni siquiera elegimos venir a este mundo.

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  2. ¿Eso dijo Freud? Es lo que siempre les recrimino a mis padres. Lo egoísta que es el hecho de engendrar un hijo sin saber si esa persona quiere siquiera existir.

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  3. Claro que si, la autentica "angustia existencial". Y no solo eso. Encima, inveitablemente nuestra familia tambien va a determinar quienes somos. No creo que podamos estar mas alienados, si quisieramos.

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