domingo, 5 de septiembre de 2010

Tus jefes y tus padres te dicen lo que tenés que hacer, el momento de pensar y hacer por uno mismo era ayer, aunque hoy no es demasiado tarde

Los jefes son los dueños de la vida.
Mis jefes son los dueños de la mía.
Que llego tarde
Que me voy temprano
Que tardo en hacer las cosas
Que lo hice demasiado rápido y que me fije si lo puedo mejorar
Que el aumento lo vemos el mes que viene
Que el aguinaldo hay que ver cuando me lo pagan
¿Y dónde quedo yo?
En el medio de su quilombo organizativo
Me recuerda a cuando tenía cinco o seis años y mi mamá y mi papá discutían.
No sabía si meterme
Si hacer como si nada
Si llorar
Si preocuparme
Si irme a dormir
Si jugar a los muñecos
O escapar silenciosamente
aprovechando sus gritos
para irme para siempre

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