miércoles, 16 de septiembre de 2009

El monstruo que vive debajo de mi cama

Texto que escribí para el taller de Alberto Laiseca.

Estaba ahí, estaba allá. Estaba en todas partes, siempre que la oscuridad invadía, siempre que mi mente jugueteaba con la abstracción.

No tenía una forma definida, ni un nombre. Era un violador antes de que supiese de dónde venían los bebés, era el cuco aunque nunca había visto uno (y sigo sin haberlo visto), era un ladrón y un policía. Era todo lo malo e incorrecto y con los años fue mutando.

Era mi padre gritándome, era yo pegándole a un compañero indefenso, eran mis amigos burlándose de mí a escondidas, una novia que se coge a otro.

Recuerdo estar acostado, tapado, mirando al techo y la pared que estaba vacía frente a mí. Ahí aparecía, imágenes abstractas que me hacían llorar por lo bajo para no despertar a mis padres que dormían en la habitación contigua, era una sombra, su presencia horrible se dibujaba por toda la habitación, asfixiándome, comiéndome, violándome.

Yo mismo me encontraba boceteado a veces en la pared, con diez años más, fracasado.
Mi angustia tomaba forma, no se cual con certeza pero yo la veía ahí, en la pared blanca, mis miedos, mi ansiedad, mis secretos.

Debajo de la cama, había tan sólo medias sucias, el terror se encontraba en mi pared, en mi mente en verdad, pero la utilizaba como un proyector de mi imaginación, de mis miedos y fobias.

Finalmente, podía dormir, pero a veces mi mente no frenaba y seguía torturándome en los sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario