sábado, 26 de diciembre de 2009

Noche en Kika

Suena Lords of the new church pero yo prefiero a los dead boys, sigo sorbiendo del vaso con la ilusión de exprimir un poco más de gin o de agua tónica de los hielos sin un buen resultado. Una chica se me acerca y me dice que me conoce de una fiesta en la casa de no se quien. Le digo que puede ser pero no me acuerdo de ella.
El Dj que se parece a Marc Bolan pone I´am a Cliche de X Rays Spex pero es demasiado pesada y la cancela con No Feelings de los Sex Pistols pero yo prefiero escuchar Public Image Limited.

Sigo esperando que aparezca alguna banda en escena pero todavía están los plomos organizando cables y amplificadores.

Una chica me mira pero se interpone una muchedumbre en el medio y la pierdo de vista, intento ubicar a mis amigos pero están cerca de la cabina del dj charlando con él y no me interesa.

Me percato de que la bola de espejos no tiene forma de bola sino de camello y que no gira, estática refleja las luces que le apuntan los cañones y los lasers del boliche.
Se me acerca de nuevo la chica que conocí en una fiesta de la que no me acuerdo y me pregunta si quiero ir a la casa. Me quedo pensando un poco y me dice que tiene cocaína. Sigo sin responder y me dice que es alita de mosca. No le creo pero llamo a mis amigos y vamos.

Vive en un departamento sobre Libertador y nos cuenta que sus papás están en Miami porque quieren comprar unas propiedades porque están muy baratas por la crisis. Yo no respondo nada, me dedico a tomar. Le vaciamos la bolsa y me dispongo a irme.
Se me tira y le digo que no, gracias, que soy gay. No queda satisfecha con la respuesta.


Nos quedamos un rato más, todos en silencio, incómodo. Ella comienza a hablar y a presumir. Yo estoy duro y mis amigos también. No la escucho me pongo a pensar en todos los problemas que tuve durante el año. Miedo a no terminar la carrera, a no aprobar ética y deontología, al fracaso, a no conseguir trabajo, a la muerte, a que me roben, a que me traicionen, a esperar colectivos, a que me humillen, a morir.
Ya está, el año ya pasó.

Me tomo un taxi y me fijo recién adentro si tengo plata suficiente. La tengo. Va muy rápido y me comienzo a sentir mal, con la presión baja pero resisto. Escucha muy fuerte una banda de cumbia peruana que en otra situación hubiese disfrutado. Falta un buen rato para llegar a casa. Mierda, necesito dormir.

1 comentario:

  1. esas chicas que te acosan por todos lados y te llevan a sus casas para drogarte, vaya generación perdida esta, vaya.
    (pido, exijo, reclamo la dosis de nouvelle que me corresponde)

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